, archivado en Mad Men

La grandeza de Mad Men es la de contar sin contar. La de mirar para otro lado mientras lo esencial ocurre en segundo plano. Esto configura una serie pausada, de fuego lento, que lógicamente puede llegar a exasperar a muchos espectadores que no entran en este pacto de lectura. Porque Mad Men reclama un espectador activo al otro lado del televisor, que vaya ordenando el rompecabezas emocional, atento al gesto revelador, a la conversación intrascendente. Y, si parpadeas, te lo pierdes. 

(Sigue leyendo sólo si eres de los pocos afortunados que ya ha visto el 3.13. de Mad Men)
Por eso, el problema de esta excelente tercera temporada ha sido su repentino aceleramiento. El esquema argumental ha sido el mismo que en las otras dos temporadas: un suceso sociopolítico de envergadura (la crisis de los misiles, la muerte de Marilyn, el asesinato de Kennedy esta vez) sirve de espejo dramático y actúa como catalizador de las relaciones entre los personajes. Pero el tramo final, pese a contener momentos de una intensidad suprema (esa conversación entre Don y Peggy, la dureza de Betty en su adiós), ha traicionado el tempo de la serie.

Por ejemplo, fueron necesarios cuatro capítulos para destruir la amistad entre Don y Roger y en apenas diez minutos eran de nuevo uña y carne; no termina de ser creíble que Peggy, que se ha dejado querer (literalmente, además) con la competencia, caiga rendida tan fácilmente ante el “efecto Draper“; el flashback del pequeño Dick Whitman está metido con calzador; y, sobre todo, causa estupor que una obra tan atenta al detalle deje cabos sueltos como la homosexualidad de Salvatore (que se antojaba esencial en los primeros capítulos) o la suerte amorosa de la maestra (tras dejarla tirada en el coche, ya nunca más se supo):

Dejando aparte el precipitado final que resume esta vistosa recopilación, la temporada ha manejado con astucia la historia de los sesenta. Más interesante que las evidentes y manidas reacciones a la muerte de Kennedy (3.12.), la serie se caracteriza por reflejar magistralmente la revolución silenciosa de las costumbres y diseccionar la erótica del poder con Sterling Cooper como metáfora. En esta temporada se han atisbado las grietas del capitalismo, una incipiente globalización (¡ay, Hilton!), la progresiva emancipación social y sexual de la mujer, la experiencia con las drogas y la pérdida de la inocencia colectiva. El terremoto del 68 se va fraguando…

Como en otras producciones de la AMC (ese absurdo mcguffin en Breaking Bad), Mad Men no termina de alcanzar un acabado redondo. Solo la primera temporada me pareció realmente compacta. Soberbia. Eso no quita para que Mad Men siga siendo una serie extraordinaria, de lo mejorcito del panorama actual. Pero Weiner tenía que buscar una salida de emergencia. Y lo ha hecho volviendo a la casilla de salida.

El Draper domesticado de los primeros capítulos restaba pimienta al asunto y anticipaba el final de la historia, por lo que los guionistas se han arrepentido de su regeneración. Tras desplazar el centro de gravedad hacia las mujeres de la serie -cada vez más poderosas profesional y emocionalmente- los guionistas han reculado y han terminado rehabilitando el conflicto interno del protagonista, motor habitual de la trama. Porque Draper es una máscara, un disfraz, un enigma escondido en un vendedor de humo. Ahí han estado los mejores momentos de la serie, como cita el fino P. Roberto en su crítica: dos extraños íntimos jugando a enamorados en Roma o el demoledor final del 3.11., donde llevan a los niños disfrazados de gitana y vagabundo errante y les preguntan: “Y ustedes, ¿quién se supone que son?”

 

 

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Cortesías (Moltisanti y los leitmotiv de How I met your mother

12 Comentarios

  1. probertoj

    Pese a las diferencias, coincidimos en mucho. Hay algo que, pese a todo, no tengo tan claro. Ojo a lo de Salvatore, a lo de Duck y al flashback infantil. El embarazo de Peggy ya demostró que a esta serie no le importa dejar sin explicar cosas muy obvias para luego abofetearnos. La única que no ceo que vuelva es la maestra: por allá se va otra víctima Draper. Coincido contigo en que todo el tema Kennedy está infrautilizado o visto desde una perspectiva mucho menos única que la crisis de los misiles. A cambio, las drogas y el sueño folkie de Greenwich Village (que luego se cambiará de costa y se hará hippie) empiezan ya a ser fundamentales. Ay, la foto de la gitana y el vagabundo, no hubo manera de encontrarla. Para mí es el gran momento definitorio de la serie (sí, más que de la temporada).'Souvenir', el episodio de Roma, es sencillamente fantástico y, posiblemente, el que abre la puerta a ese giro final que da la tercera temporada de Mad Men. Desde ya, nominado a los Emmy. Fantástico artículo una vez más, esto sí es regularidad.

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  2. Pablo

    Extraordinario artículo, felicitaciones y gracias. Coincido con Probertoj en que uno de los rasgos más felices de Mad Men es esa tendencia a señalar detalles que no sabemos si son "subtramas" o elementos que aportan clima a otros sucesos que luego se desarrollan más. Algo así pasaba con The Wire, donde la sexualidad de uno de los personajes centrales (que no para de crecer a lo largo de las cinco temporadas) es apenas esbozada en un literal segundo plano y no se vuelve a retomar jamás, habiendo sin embargo otorgado una profundidad tremenda a todo lo que había sucedido hasta entonces y a lo que sucedería después en torno a ese sujeto, al que no nombro para no arruinarle al espectador el placer de descubrirlo. Mad men es, en ese sentido, quizás menos delicada o sutil que The Wire (es raro decir que Mad Men es menos delicada que cualquier otra cosa), pero ante tanta sobreexplicación de las cosas (o ante tanta mega serie que centran su argumento en el no saber por qué son las cosas) es un placer enorme que nos dejen atar esos cabos que ellos dejen sueltos.Es que en tanto estructura narrativa me parece una serie maravillosa. La vivo como un cuadro impresionista, al que uno va viendo muy de cerca y que tiene que tomarse el trabajo de ir reconstruyendo en su cabeza. Una apuesta por la inteligencia y el buen gusto. Como tu blog y tus análisis, son lugares que da gusto visitar.

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  3. Moltisanti

    No he podido leerte porque no sigo Mad Men (me estás picando con ella) pero quería agradecerte esa "cortesía" 😉

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  4. Nahum

    PROBERTO: Sí, coincidimos bastante, a pesar de que el último episodio nos haya dejado sabores de boca diferentes. Tienes toda la razón con Salvatore y Duck: son tramas abiertas pero, salvo lo del embarazo de Peggy, no habían dejado nunca elementos así de "olvidados" que yo recuerde. Ah, la foto estaba en la propia web de la AMC…PABLO: Bienvenido y, guau, excelente aportación. Siempre digo que The Wire y Mad Men (añadamos In Treatment) son series de cocción lenta, que necesitan de varios capítulos para entrar en su "tempo", que reclaman un espectador muy generoso. Me gusta lo del cuadro impresionista; es más elegante que mi "rompecabezas emocional". Mostrar sin enseñar, el arte de la elipsis…MOLTI: La cortesía era merecida, amigo. A ver si algún día te animas con Mad Men, sé que Don Draper te cautivará.MR. DRAPER: Esto es el acabóse, entonces. Joooooo… Si ni los más fans siguen la serie, sniff, sniff. Que últimamente se le echa a usted de menos por estos lares

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  5. Mr. Draper

    Intentaré pasarme más por aquí y ponerme al día con esta serie, que es de mis predilectas. Como ya comenté por vayatele, he tenido mucho lío últimamente y eso me ha hecho estar un poquito "fuera del sistema". Algo que, por cierto, tiene sus ventajas y sus inconvenientes.Además por lo que se sueles dedicarle más de un post a las GRANDES series, así que supongo que hay tiempo para todo y podré reengancharme.Saludos

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  6. Nestor

    No estoy para nada de acuerdo con tu razonamiento sobre el episodio final de Mad Men.Yo creo que fue un capítulo extraordinario, lo mejor que he visto esta temporada (y veo siete series cada semana). Me pareció un prodigio de narración y hasta la inclusión de la canción final de Roy Orbison fue un acierto. Parecía que estaba escrita especialmente para la serie. Matthew Weiner es un creativo excepcional y espero que tengamos Mad Men para tiempo.Ojalá Salvatore Romano reaparezca en la próxima temporada.Saludos.

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  7. Nahum

    NESTOR: A mí me gustó el capítulo, pero creo que rompe con el ritmo de la serie. Un capítulo "no redondo" de Mad Men puede ser mucho mejor que un gran capítulo de otra serie. Mad Men juega en la liga de las grandes, por eso me decepcionó el cierre. De todas maneras, anímate y explica un pelín más por qué te gustó tanto y dónde está la discrepancia, please…Saludos.

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  8. torpe dama

    Por fin tengo tiempo para comentar, ya tenía ganas de ponerme a leer tu post con detenimiento. Una de mis series favoritas y uno de los blogueros más interesantes: combinación perfecta.Junto a Souvenir, a mí este último capítulo me ha parecido lo mejor de la temporada. Es verdad que se han acelerado los acontecimientos, pero me ha encantado ver cómo se forma el equipo y las perlitas que unos y otros van soltando (del tipo -¿Me traes un café? -No). Todos van tomando posiciones de cara a la siguiente temporada, pero no olvidemos que PPL sigue ahí, que Duck sigue ahí y que Betty es la mujer que sabía demasiado y que puede utilizarlo.La ruptura de Don y Betty me ha parecido tremenda, especialmente la escena en que él la saca de la cama. Tengo cierta manía al personaje de Betty y ha salido de un matrimonio florero para meterse en otro que no anuncia nada mejor. Pobres niños.Es verdad que no han tenido tiempo de tocar el tema de Sal, de Duck o de la profesora, pero eso no significa que no vayan a estar presentes en la siguiente temporada. Estoy segura de que los dos primeros darán que hablar más adelante; en cuando a la profesora, no lo tengo tan claro, pero creo que la volveremos a ver.¡Qué guapa Joan! ¡Y con pantalones!Qué ganas de que llegue la cuarta temporada. Creo que repasaré toda la serie desde el principio. A ver qué me sugiere esta vez.Por otro lado, veo que algunos comparáis Mad Men con The Wire, supongo que debería ponerme con ella, ¿verdad?

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  9. Nestor

    Saludos Alberto,querría proponerte un enlace permanente entre nuestros blogs.¿No tienes habilitada la herramiento de seguidores en blogger ?De todas maneras, me agrego a los seguidores desde Networked blogs.

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