, archivado en Shameless ,

“Por eso Tony Blair es una cagada. !Olvídaos de Iraq! ¡No importan las pensiones! Todo lo que ese capullo ha conseguido es que las lesbianas se crean las dueñas del lugar, mientras que a los héroes de la clase trabajadora, como yo, les toca sacar a este jodido país adelante. ¡Que le jodan! (unos segundos de silencio) En realidad, no. Seguro que le encantaría” (1.7., se puede ver aquí). 

Así se las gasta Frank Gallagher, el indescriptible protagonista de Shameless, la existosa serie del Channel 4 británico. Un vividor, un parásito social, un padre de seis hijos “ejemplar”: alcohólico, caótico, capaz de robarle la novia a su hijo de 16 años y, a cambio, aceptar una meada como penitencia. Eso es Shameless. Una serie provocadora y sin complejos que nos narra la historia de los Gallagher (merece la pena echarle un ojo a la intro, donde se resume el panorama familiar).

Mientras estuve en Escocia, leía muchas alabanzas en la prensa británica (también detractores, como esta crítica muy bien argumentada en The Times: “Don’t Believe this Shameless hype“). Me asomé entonces al Channel 4 on Demand para ver algún capítulo de la sexta temporada, pero me resultó un universo muy lejano, alucinado, surrealista. ¿Esto es Paul Abbott, el mismo autor de State of Play, uno de los mejores thrillers políticos que he visto nunca? Pasé. Hasta que el fervor que mostraban en Espoiler me animó a darle otra oportunidad.

La televisión y el cine británicos cuentan con una larga tradición realista, indisolublemente unida a la conciencia de clase obrera. Esto es: un realismo social cuyo nombre clave, desde el terremoto que supuso Cathy Come Home, es Ken Loach. A partir de mediados de los noventa, directores como Cattaneo (Full Monty), Leigh (Secretos y mentiras), Boyle (Trainspotting) o Mullan (Las hermanas de la Madalena) han indagado en las geografías del “sink estate” (los barrios-cloaca) para configurar un estilo propio, dentro aún de las coordenadas sociopolíticas y del aliento “comprometido” de Loach. En esa estirpe es donde Shameless adquiere todo su potencial: familia disfuncional, mugre post-industrial, marginación social, violencia juvenil y un dialecto de Manchester que casi es un escenario más…

Pero Abbot da un paso al frente y nos sitúa en un post-realismo que subvierte muchos de los valores del realismo social británico. Como ha escrito Glen Creeber, Shameless renuncia a retratar el proletariado de Chastworth Estate desde fuera; lo hace desde dentro, con simpatía, sin que la cámara sea una herramienta moral ni moralizante. Ésa es la gran novedad de Shameless. Por eso es posible encontrarse con un montaje acelerado, secuencias oníricas, una narración coral, una banda sonora persistente o un humor grotesco que anula la carga crítica de cualquier realismo. Los Gallagher no reclaman medidas políticas de cambio, detestan ser juzgados moralmente y, sobre todo, no tienen vergüenza (de ahí el título) de ser lo que son: un desastre de familia, sí, pero con fuertes lazos de sangre, amor, lealtad y amistad. ¡Y no venga usted desde fuera a decirnos cómo tenemos que vivir! Por eso Abbot recurre a un estilo fílmico que celebra sus defectos, sus disfunciones e, incluso, su concepción de lo que es la sociedad británica.

Y con todo esto del post-realismo, ¿Shameless merece la pena? ¿Es una serie que se disfruta? Pues, mire usted, depende. A mí me gustó pero me acabé saturado en el 3.5… Así que aquí van tres razones a favor y tres en contra:

A favor:

1. Originalidad, frescura, una vuelta de tuerca al drama familiar y al retrato social donde se mezcla tragedia y ternura, tristeza y carcajadas, brutalidad y amor.

2. Personajes genuinos, bien escritos, con actores muy creíbles y espontáneos (y no precisamente por James McAvoy).

3. Un episodio piloto sobresaliente.

    En contra:

    1. A pesar del envoltorio cómico, Shameless es un producto duro, turbador en muchos momentos. La ambigüedad de su relativismo moral puede pasar factura.

    2. La exageración y el histerismo de sus personajes y situaciones puede acabar cansando; es lo que tiene jugar desde el extremo y mostrar todo el abanico de enfermedades sociales: alcoholismo, ninfomanía, drogadicción, estupro, piromanía, agorafobia, cleptomanía…

    3. Algunos de los personajes más atractivos desaparecen -de forma facilona, además- tras la segunda temporada.

       

      8 Comentarios

      1. Alex

        A esta le tengo muchas ganas. AL igual que Sunne hace un tiempo estuve a punto de ponerme con ella pero no enconctre ningun subtitulo por ahí.Me bajaré el piloto y veré si el inglés no se me resiste mucho (porque hay algunos acentos que…).

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      2. Nahum

        Yo es que utilizo subtítulos en inglés, así que no sé. Bueno sí, recuerdo que los dos primeros capítulos de la segunda los intenté ver con subs en español pero aquello era un despropósito. Intuyo que lo hicieron de oído y el traductor se perdió entre tanta jerga de Manchester: es que los protagonistas emplean un dialecto que llaman el "Mancunian". Muy divertido de escuchar, pero casi más difícil que el acento escocés de entender. Se puede entender bien, pero hay que estar muy atento. Vamos, como si fuera un acento de la Murcia profunda y, encima, con jerga de clase baja.

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      3. Pablo

        A mí me subyugó, precisamente, esa renuncia a juzgar y a "denunciar" a los personajes y a sus historias. Hay una nobleza comunitaria detrás de sus acciones (y sobre todo de sus errores) que la hace una serie adorable, sobre todo a los que hemos vivido, aunque sea de manera tangencial, escenarios marginales como el de Chatsworth. Es interesante la crítica de Delingpole que nos acercas (y gracias por ella!), pero creo que comete, precisamente, el pecado de soberbia que evita Shameless y que la hace grande.De todos modos, Nahum, no te fíes mucho del fervor mostrado por Espoiler, porque Hernán hizo la crítica cuando no había subtítulos para la tercera temporada (donde empieza a producirse ese relevo de personajes que les quita complejidad), y porque la tendencia de Casciari a juzgar con vehemencia cosas que apenas ha visto es ya paradigmática.

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      4. Moltisanti

        Tengo bajada su primera temporada pero me da algo de pereza ponerme con ella porque tampoco sabía mucho sobre ella. Después de leerte, como que la dejo tranquilamente reposando en la lista negra. Ya veré si algún día la doy una oportunidad…

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      5. OsKar108

        Me interesé por ella al leer también algún artículo de Espoiler, pero en cuanto lo intenté creo que solo había subtitulos de la 1ª y 5ª o 6ª temporada por lo que lo dejé aparcado. Luego leí sobre el lenguaje y acentos de la serie por lo que no tengo muy claro si los subtitulos serán todo lo "buenos" que creo que necesita esta serie. Y ahora llegas tú y me la recuerdas; como tengo unas cuantas series planeadas para ver creo que no es el momento para intentar ponerme con Shameless, pero eso no quita que el post esté realmente bien.¡Saludos!

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