¡¡¡Jo-der!!!
“Ozymandias” está entre las cosas más intensas que he visto nunca en una televisión. Un capítulo circular, perverso, autoconsciente, durísimo.
Perfecto.
Desde aquella subyugante y misteriosa promo, el poema de P.B. Shelley ha resonado en la mente de los espectadores, actuando como guía trágica de lo que nos esperaba en estos ocho últimos capítulos: las ruinas, los restos del naufragio.
La nada. El vacío. La muerte.
(Espoilers a mansalva) El prólogo del capítulo ya ilustra visualmente los últimos versos: “No queda nada a su lado. Alrededor de las ruinas / de ese colosal naufragio, infinitas y desnudas / se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas”. Las figuras de Walter y Jesse -entonces adánicas, desaliñadas, inocentes- se desvanecen para dejar paso a la inmensidad amenazante del desierto. No queda nada a su lado. El prólogo se centra, como otros momentos del capítulo, en la importancia del nombre, es decir, de la identidad. “Holly. Empieza a gustarme”, le susurra un paternal Walter White a su esposa. En esa conversación aún vemos a Walter ensayando su actuación, nervioso, patoso, lo que amplifica la melancolía -entre aterradora y liberadora- de la última llamada del capítulo. Breaking Bad también ha sido la historia de un tipo que aprendió a ejercer de Stanislavski.
El teaser, a pesar de su aparente simplicidad, aún condensa un par de guiños que la serie se hace en el espejo, como en aquel “solo nos queda ir hacia arriba” con el que comenzaba el crucial 3.13. (“Full Measures“). Mientras cocinan, Walter anuncia que ahora solo queda esperar, “la reacción ha comenzado”. En efecto, la lluvia de mierda, sangre y fuego de los siguientes 40 minutos quita el aliento y consigue que el espectador se lleve las manos a la boca en más de una ocasión. La tormenta ocurrirá en ese mismo salón, con el mismo encuadre del teléfono, los cuchillos y los retratos familiares al fondo. La cotidianidad del hogar subvertida y transmutada en un infierno. Pocas series -muy pocas- logran llegar con semejante vapor emocional al final de su trayecto, como si ahora solo restara ir abriendo la espita para ver cómo todo salta por los aires. El otro detalle, más metafórico, vuelve a recordar que Gilligan y cía jamás dan puntadas sin hilo: la ironía de ese “espantoso payaso llorón” que Skyler vende; como el alma de Walter, un tipo que ha pasado de patético alivio cómico a pesadilla familiar.
Un mal sueño que comienza resolviendo el macabro cliffhanger de la semana pasada. ¡Qué puñeteros los guionistas! Flirtean con una salida en falso (*), que todo el mundo habría criticado (que Hank saliera con vida de semejante ensalada de plomo), simplemente para que la bofetada suene más fuerte. Dejar a Hank con vida no era más que una excusa para duplicar el impacto de su muerte y reivindicar el último alarde de dignidad del personaje más íntegro del relato. Como una especie de oportunidad para que nos despidiéramos de él.
(*) Ha sido un reflejo habitual en la serie: cuando la víctima está contra las cuerdas, el piquito de oro de Walter logra ganar tiempo con algunas de sus artimañas. De hecho, esa salvación inesperada ocurre en el caso de Jesse, aunque esta vez haya sido el reptilíneo Todd quien le salve el culo. La retórica de Walter no funciona con Hank, básicamente, porque el cuñado sabe que su destino está sellado. Es un poli de los pies a la cabeza. Por eso resulta tan delicioso el detalle nominal: Walter se empeña en que los esvásticos le llamen Hank; él, por contra, se identifica como ASAC (Assistant Especial Agent in Charge) Schrader. Hank, a diferencia de Walter, no deja de llamar a las cosas por su nombre; no es un relativista.
Un patrón habitual en Breaking Bad es que los momentos más bajos de Walter -simbolizados en esa mirada asustadiza que pide clemencia por encima de las gafas y ese primer plano a ras de suelo de un hombre moralmente destruido (**)- vayan acompañados de un resurgir violento de Heisenberg. Recuerden el más letal: tras la carcajada fúnebre de Walter al cierre de “Crawl Space” (4.11.) emergió la mueca ganadora de “Face Off” (4.13.), con el maquiavélico plan para derrotar a Gus Fring. Aquí la pauta adopta una forma espeluznante, liquidando uno de los “debe” más esperados de la serie: “Esperad. Vi morir a Jane. Estaba allí y la vi morir. Vi su sobredosis y cómo se atragantaba hasta la muerte. Pude haberla salvado… pero no lo hice”. Lo más fascinante es cómo el rostro de Walternberg va cambiando conforme avanza el breve diálogo: desde un rictus de pena hasta el odio más absoluto.
(**) De nuevo, resuena ahí el “Ozymandias” de Shelley: “A su lado, en la arena, semihundido, yace un rostro hecho pedazos”.
Esa súbita transformación evidencia perfectamente la fuerza motriz del capítulo: la permanente pugna entre Walter y Heisenberg. El leitmotiv de toda la serie adquiere aquí un aroma griego y vuelve a contradecir a quienes se empeñen en atajar la complejidad de este antihéroe en un imposible blanco y negro. Por eso el protagonista es un personaje tan psicológicamente rico… y tan irresistible. ¡Breaking Bad es la lucha de un hombre contra sí mismo!
Lo que resta de capítulo se levanta sobre esa ambigüedad (hasta concluir con un tercero en discordia: Mr. Lambert). Y para que emocionalmente funcione -y lo hace con una intensidad sulfúrica- los guionistas han decidido, muy lógico dentro de las coordenadas del relato, dar el último salto adelante: el “factor Flynn“. Marie puede haber odiado a su hermana, pero sigue siendo sangre de su sangre y, sobre todo, la conoce lo suficiente para saber que el cáncer de la familia (perdón por el doble sentido) proviene de Mr. White. Le ofrece redención. Ayuda. Skyler está sometida desde hace meses a una presión brutal y de sobra sabemos que su determinación moral queda a años luz de la de su marido; una cosa es “despejar” de la ecuación a un tal Jesse Pinkman y otra muy distinta es verte entre rejas, con la certeza (en esos momentos aún no saben que la llamada de Hank ha devenido trágica) de que tu marido va a ir a la cárcel. ¿Qué será de tus hijos, entonces?
Es razonable, pues, que le desgranen el rosario a Walter Jr; hay que prepararle para ver el careto de su padre en las noticias de las ocho. Puede que R.J. Mitte haya sido el eslabón más débil en el plantel actoral de la serie, más que nada porque su material dramático siempre ha sido de menor peso. Pero, vaya, cuando ha tenido que dar el do de pecho, lo ha cantado al nivel de Pavarotti. El impacto de esa primera escena -su incredulidad, la sensación de que un mito se le ha venido abajo, la obstinación en culpar a su madre por mentirle- se consigue gracias a un registro desconocido en Flynn; los contraplanos de su madre -avergonzada, impotente, triste- hacen el resto.
Su actuación ahí no es más que la antesala del momento más cardíaco del capítulo, una escena que se convertirá en antológica del sensacional periplo de Breaking Bad. R.J. Mitte, Anna Gunn y Bryan Cranston en el salón de casa. ¡Madre mía! La construcción de la secuencia es apabullante, un insoportable crescendo emocional donde primeros planos, lágrimas, forcejeos, gritos aterrados de “¡¡Parad ya, Papá!!”, llantos de bebé y un sonido metálico, claustrofóbico, convertirán esta pelea en uno de los más gloriosos exponentes de la ficción televisiva contemporánea. Cinco temporadas desembocan aquí. Y no es solo la enfermiza energía con la que está rodada, sino la fuerza con la que se engarza lo visual con lo emocional. Skyler como una mamá pantera que defiende con garras a sus hijos y hace efectiva su determinación de “Cornered” (4.6.): “Alguien tiene que proteger a esta familia del hombre que protege a esta familia”. El detalle de cómo para a su hijo en el pasillo y se pone delante de él, cuchillo en mano.
Flynn, por su parte, se hace adulto en el momento en que se lanza a la yugular de su padre; ya no quedan velos que escondan al monstruo, puesto que la muerte de su querido tío Hank es la gota que colma el vaso. La emoción casi primaria, animal, de puro instinto de supervivencia, que destila el plano en el que Flint protege a su madre se complementa con la reacción de Walter, su último espejismo: “¡¡Qué demonios os pasa!! ¡¡Somos una familia!!”. La cámara traza entonces un suave travelling de retroceso sobre madre e hijo y el contraplano nos muestra el rostro desencajado, abatido, del padre. “¡Somos una familia!”, musita con nostalgia.
Flynn al teléfono con la policía, la leve música, los sonidos amenazantes, los sollozos de Skyler…
Y aún queda el rapto de Holly.
¡¡Gensanta, qué tensión tan inhumana!!
http://www.youtube.com/watch?v=vA7CLUfkXZE
Las consecuencias han llegado y Walter ha empezado a pagar su precio, tan alto como el dolor que ha causado. Toda su andamio para autojustificar su periplo se ha desmoronado. La familia a la que quería asegurar un bienestar y defender ya no le reconoce; no hay opción para un “nuevo comienzo”, como le pedía a Skyler. Ya no. La muerte de Hank es la última frontera. Y, sin embargo, Walter es humano. Quiere a su esposa y sus hijos. ¡¡Por supuesto!! Cuando Holly solo dice Mamamama, Walter sabe que ella tampoco podrá ser su familia. Y urde su último plan, la despedida actoral de Heisenberg, el último regalo para esa familia a la que ha destrozado por completo.
Inicialmente se me han atragantado las bravuconadas machistas de Walter al teléfono, pero rápidamente uno se da cuenta de que forman parte de un intento por exculpar a Skyler. Como es obvio, Walter sabe que la policía está escuchando la conversación y sus excesos retóricos buscan la complicidad de su esposa (educada durante temporadas en reconocer las patrañas de su marido) que, pasados unos minutos, muda su semblante para entrar en el juego. Es posible que el desdén y la ira que exhibe Walter tenga trazas de Heisenberg (especialmente cuando le escupe que “nunca agradeció todo lo que” Walter hizo “por esta familia”), pero, a la postre, las lágrimas de Walter revelan la sensación de culpa y la asunción del terrible daño que ha causado a quienes más quería. Conviene revisar la escena para apreciar la cantidad de matices que condensa cada mirada, cada reacción a las palabras del otro. Actuaciones al cuadrado: actores excelentes interpretando un papel de personajes que también están haciendo un papel. ¡Cuánta diferencia, en fondo y forma, con la conversación telefónica que abría el capítulo!
¡Cuánta melancolía por la cotidianidad perdida!
http://www.youtube.com/watch?v=6lzbYKM8UCw
Walter jugó a ser Dios. Prefirió reinar en el Infierno que servir en el Cielo. Ahora, como todo hombre, se tendrá que conformar con las ruinas de este paraíso perdido y pagar la factura de su osadía:
No queda nada a su lado. Alrededor de las ruinas
de ese colosal naufragio, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas
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Otras consideraciones sobre el capítulo:
-No es casualidad, como es obvio, que tras la estela del coche que “aspira” la identidad de Walter (¡Bienvenido, Mr. Lambert!) aparezca un perro cruzando la carretera. Unamos los puntos de la metáfora. Sí, Jesse sigue con vida, una vez más apaleado y en manos del psicópata Todd, quien sabe hurgar donde más duele con esa foto de Brock y Andrea.
-A falta de Saul, la frase disolvente del episodio anduvo en boca de Jack, un tipo deleznable que, ejem, tiene sus códigos. “Dios, ¡qué pasa con toda la avaricia aquí! No es atractiva”. Jaja, habla un filántropo.
-El repulsivo Todd también ha estado a la altura, dándole el pésame a Walter. ¿Podemos suponer, además, que en su tortura a Jesse habrá también algo de envidia fraternal?
-El nivel actoral llega hasta la cuna. Fíjense en la extraordinaria gestualidad de Holly al esconder su rostro ante el bombero, mirar para otro lado y romper a llorar.
-Inicialmente, había un detalle que me chirrió: ¿cómo era posible que nadie, salvo Walter, se hubiera percatado de que Jesse se escondía debajo del coche? Sin embargo, está visualmente indicado. Cuando Walter yace desmoronado, asumiendo la fatalidad de la muerte de Hank, la cámara nos enseña cómo mira desde la distancia los bajos del coche. Ahí, por cierto, el nietzscheano Heisenberg se impone y, en lugar de asumir culpas por la guillotina de su cuñado, se obstina en colgarle el cadáver a Jesse. La familia lo primero. De ahí el arrebato en echarle más limón a la herida con lo de Jane. ¡Pobre Jesse, leñe! Desde luego, si alguien se cepilla a Walter, será él.
-Como es habitual, las canciones ejercen de profecía en la serie. La inusualmente alegre melodía que suena cuando Walter arrastra el barril por el desierto (“Times are Getting Hard, Boys”) no puede ser más explícita: “Los tiempos se están volviendo duros, chavales /el dinero se vuelve escaso / Si las cosas no mejoran, chicos / habrá que dejar este lugar”. Una estrofa después enfatiza que el dinero -la avaricia- puede más que cualquier otra cosa en el corazón de Walter: “Cojo mi verdadero amor de la mano / y la llevo a través de la ciudad /diciendo adiós a todos /adiós a todos”. E, incluso, se regodea con ironía en la historia de nuestro protagonista: “Tenía trabajo hace un año / tenía una pequeña casa / ahora no tengo ningún lugar dónde ir / sí, tendré que deambular”.
Mikel
El capítulo de hoy deja esa sensación de tragedia, pesadilla, desazón, frustración e impotencia que te deja el cáncer cuando culmina su perversa obra y se lleva de tu lado una vida de un ser tan complicado como maravilloso y lleno de energía. Tal y como era Hank o el mismo concepto de \”familia\”.
En el caso de Walter, la reacción química de su cáncer ha sido inversa, proyectándose de su cuerpo hacia fuera, para fulminar todo lo que había construido de valor y perderse en la oscuridad de la sombra.
Vaya capítulo tan tremendo y qué maravilla de post.
Gracias, Alberto.
Maxi
Increible, me han dejado sin teorías, no tengo idea de por donde tirarán ahora con Walter perdido en la carretera. Saludos.
Seriálicos Anónimos
¡¡¡Vaya capitulazo!!!
Al margen de lo visto, intensísimo, demoledor, me ha resultado MUY PERTUBADOR, pero… ¡por lo que me ha producido!
La muerte de Hank era algo que tenía que pasar, aunque no quería que llegara…Está claro que han sucedido (y tienen que suceder) hechos y sucesos (muerte de Hank, familia destrozada, Jesse en la cuerda floja…) que reclaman justicia y poner a Walter en su lugar, pero ¿cuál es su lugar? Sí, ha matado. Sí, ha fabricado una de armas más letales y adictivas de Alburquerque y más allá. Sí, ha mentido. Sí, ha manipulado. Sí, sí, sí…pero…Yo me pregunto -y de ahí lo que me perturba- ¡¡¡¿por qué siempre le pongo un PERO?!!!! Ay! Walter, has llegado tan lejos por amor…, algunos dirán, y por avaricia, pero esa avaricia, ese \”más dinero\” siempre ha tenido los mismo destinatarios…Ay! Ay! Ay! Ese \”medio\” que NO justifica el \”fin\” me pone entre la espada y la pared y, eso, señores, es la obra MAESTRA de, como dices Nahum, Gilligan y cía. ¡Ayayayayayyyyyyyyy!
Aitor
Impresionante análisis, como siempre. El capítulo en su totalidad es una de las mejores cosas que habré visto jamás.
A ver, dos detallitos que me han llamado la atención (menores, eso sí).
– Marie deja el púrpura y se enfunda el negro. De luto sin saberlo.
– El cráneo del animal en la propiedad del indio, es una clara referencia a uno de los cuadros de Georgia O\’Keeffe, la pintora a la exposición de la cual acuden Jane y Jesse, y del que Jesse se queja especialmente junto a los de la puerta. Vemos el cráneo casi seguidamente a la confesión de Walt. http://chorribobadas.files.wordpress.com/2011/07/deers-skull-with-pedernal-1936.jpg
Estamos asistiendo a algo único.
alvaromenlon
El capítulo ha sido apoteósico, creo que visto el amor de los guionistas con la similitudes con los western el duelo final puede ser un Jesse-Walt, el hijo que mata al padre. Aunque lo cierto es que Walter es autodestructivo, sino acaba con el Pinkman será el propio Walt el que acabe consigo mismo.
Richard
CAPITULAZO! Tal vez el mejor de la serie (auqneu me lo disputa con el detemrinante Half Measures y mi etenro engreído capítulo del tren). Pero este ha sido la caída definitiva de Ozymandias…pero claro, faltan dos capítulos y vamos a ver la última jugada de Walt. Si hubiera siddo este también els eries finale, hubiera sido muy bueno, pero el diablo Gilligan tiene aún una jugada maestra, lo sé.
Uncle Jack será puro muscle…no sé, pero me ha ganado como \”malo\” final (cuando todos sabemos que el malo es Walt).
Viendo sobre todo la escena dle infierno/cuchillo, le pregunto Don Alberto, ¿Quién se debe llevar el Emmy de dirección? ¿Michelle McClaren por el anterior o Rian Johnson por este?
Richard
carlos risu
Buenooooo- Que esto acababa en la tragedia de las tragedias ya lo sabíamos, pero ¡de qué manera!
Por centrarme en algo: Ese leitmoitiv que mencionas Walt / Heisen alcanza aquí un grado de paroxismo que roza la esquizofrenia. Es como si pasara de uno a otro en segundos. Aquí llega el Walt palique de siempre \”salvando a Hank\” (tan estúpido que les cuenta lo de la pasta y tan perdido que no comprende que da lo mismo), y ¡zas! destrozado y por los suelos nada más recibir de su cuñado la última lección de dignidad… (*) y en dos minutos, ¡zas! ¿que echa un ojo y descubre a otro aún más hundido? ¡Pues allá que va Heinsen todo machote a destrozar al pobre diablo! Y encima lo machaca con cara de pena así al principio … que en cuanto coge confianza, confesado el pecado, impla-caibol. Como dice en la caravana, \”Like you´re an idiot\”. Toma nene, que no me aprendes, alumno malo. ¿No se pasa un pelín acaso? No hombre, señores, es que Heisen ya no tiene frenos. Última parada, Negro Arroyo (guau).
(*) Nótese aquí como el alumno aplicado desliza hasta una lagrimita (aunque nadie la haya visto) y que intercede por su Profe de prácticas culinarias. Y no sólo eso, fíjense si ha captado la onda que, de regalo, le va a enseñar al alumno desagradecido lo que vale un peine. Y ahora al grano:
La penúltima estación del vía crucis de Walt & Heinsen es abrumadora: Los dos tan acelerados y superados, dementes, ciegos. Este tipo es un gran actor, amigos. No sé si por culpa de Stanislavski o de llevar años haciendo de tontorrón en comedias pero toda esa hiperacelerada demostración de impotencia y resentimiento a la vez, de consciencia de que ya no se puede seguir huyendo más. De confusión de, sí señores, de metanfetamina (¿Alguien ha llegado a pensar aparte de Walter Jr. que Heisen quería matar a Skyler de verdad con el cuchillo?). De cómo el enfermo de cáncer que cocinaba anfetas acaba cocido y anfetamínico, y ya lo han dicho muchos, claro: el cáncer era él. Y los dos-en-uno se dan cuenta ahí.
La despedida por teléfono es el glorioso telón. Tú lo has explicado muy bien: Walt y Heisen ya está muertos. Esta persona es otra diferente, entregar a la niña fue el último cable con la realidad. Cuando Lambert habla con Skyler (es decir, con la Policía) la exculpa de toda sospecha, usa sus personajes para teatralizar, es el último grito de perdón. Nadie puede comprenderlo(s) en el mundo ya. Nadie menos Vince Gilligan, Alberto Nahum y ciertos lectores de Castaneda, quizás.
Coño y es que ¡aún quedan dos capítulos! (Ja, y lo del perro… ¿era un cliffhanger encima?). Yo tengo el ricino ahí listo en la mesilla para el gran momento, lo acabo de sacar del enchufe. Por si las moscas.
Daniel
Buenísimo episodio, buenísimo post; yo también estoy impresionado y no hago mas que darle vueltas, aparentemente se cierra la línea argumental de la familia, y queda la de Walt contra los Nazis paletos, y la trama menor de Jesee pinkman, prisionero de esos mismos.
En cuanto al final …Recuerdo que al principio del primer episodio de esta última temporada, (o de la última mitad de la última temporada) hay un flash forward en el que Walt volvía sólo, con pelo (había pasado mucho tiempo), a su casa, y se la encuentra abandonada y okupada, llena de grafittis y con skaters haciendo piruetas en la piscina, y que a la vecina, al verle, se le caía la bolsa de la compra de la sorpresa y del susto. (a lo mejor no es el final).
Yonomeaburro
Genialidad el Stupid Bitch! que espeta Walter, como si estuviera poseído por Jesse.
Walter tiene cosas que hacer, lo dice, primero, recuperar el dinero, seguro, y luego, vendrá la familia.
Si Jack hubiese matado a Jesse, ¿qué le hubiese impedido matar allí mismo a Walter? Todd le salva el pescuezo. Y se lleva a un cocinero. Todd y Lydia tendrán que ver en la última ecuación.
Más locuras:
http://yonomeaburro.blogspot.com.es/2013/09/breaking-bad-5×14-ozymandias-el-poder.html
Ricard
Enhorabuena por la entrada, me ha encantado. He llegado por un enlace de Twitter y ya está agregado a favoritos para leer lo que nos tenga que decir de los dos últimos de Breaking Bad.
Seb
Es una serie espectacular, sin dudas. Con los detalels mas insolitos: el perro solitario cruzando la calle (solo como un perro) cerrando la ultima escena, Holly diciendo Mama y llorando en el momento justo..excelente. Ya que hablamos de detalles, y es un detalle menor, pero el jefe maton va muy decido a buscar una pala en el ASIENTO del vehiculo de la DEA, como sabia que habia una pala alli? Hubiese sido mas logico que cuando llegara Hank y la comitiva, uno se bajara con la pala, que quedaria tirada en la arena.
Ademas, los GPSs son notorios por tener un \”error\” de lectura que se soluciona tomando las coordenadas hasta 3-4 veces para tenerla exacta.
un saludo
Alejandro
En Vince Gillian resuena algo de Shakespeare.
En su perillita isabelina y en esta tragedia contemporánea.
Felicidades por este post, un elevadísimo análisis a vuelapluma.
¡Bravo!
Óscar
Magnífico post, simplemente magnífico.
De la serie no puedo decir nada. Sólo disfrutarla hasta el último fotógrafa.
Yefferson
Excelente capítulo, siempre digo que es el mejor, y a la semana sale otro que me hace cambiar lo que pensaba.
Este capítulo la imagen de la familia es perturbador, y haste en cierto modo, da terror pensar poder vivir esa situación, encima secuestrando a la bebé es como para volverse loco.
Por un momento pensé que Walter le salvaría el culo a Jesse nuevamente, pero nada que ver, al matar a Hank el concepto de familia ya para Walter/Heisenberg no vale nada, pues después de esto se ve la escena en la casa peleando con Skyler, la amenaza por teléfono con matarla y quien sabe de que sería capaz.
Para mi el mejor personaje de la serie, el mas estable emocionalmente, el que tenia los pies en la tierra siempre, el que dio hasta conseguir lo que quería, Hank. Lastima que haya muerto, pensé que iba a salir vitoreando al final de la serie como se vio con la dentadura de Tuco cuando lo mato.
No se han dado cuenta, que el veneno de ricino es protagonista desde la temporada 1 y aun no lo han usado en nadie, sabemos su antiguedad. cuando un Walter inocente y cagado le explicaba a Jesse la historia, sintomas, etc, pero nunca lo han podido usar con exito en alguien (Tuco, Brooks, Gus, Lydia), yo pienso que Walter siempre preparo su particular forma de morir y se lo dará Jesse.
Jesse, ya me da lástima, o sea, es el personaje que mas ha llevado coñazo en la serie, desde la temporada 1 hasta la 5, es increible, ha pasado por todo, no puede enamorarse porque se muere la novia (Jane), no puede encariñarse con alguien porque lo envenenan (Brooks), novias drogadictas (Jane, Andrea), le matan al amigo (Combo), el abogado anda mas pendiente de Walter, es usado por la DEA para colaborar con ellos sin que de verdad valoren su ayuda, porque es un drogadicto, y creo que así terminara en la serie, a menos que Vince, le de el honor de matar al despreciable de Walter.
Mi hipotesis final es, Walter queda solo, moribundo, sin nadie a su alrededor, con todos los barriles full dinero y con cáncer terminal, listo para colgar las botas, sin poder dejarle nada a nadie.
Y cuando digo sin nadie a su alrededor es que todos mueren, Skyler, Flynn Holly y Marie. Y Jesse obviamente.
Yefferson
Este comentario lo encontre en Cuevana, quiero compartirlo con ustedes:
WALT ADQUIERE CARACTERISTICAS DE QUIENES ASESINA
Esta teoría escrita por Bob Ducca en StraightDope, sonaba un tanto alocada temporadas atrás, pero ha tomado forma durante las últimas temporadas y en especial con el lanzamiento del capítulo mid season (Blood Money). Según la hipótesis, Walt adquiere características de las personas a las cuales asesina.
Cuando Walt mata a Crazy 8, comienza a cortar la corteza de los panes (tal cual lo hacía Crazy 8). Luego de matar a Gus, comienza a conducir un Volvo (Gus conducía un Volvo). Cuando Walt se junta con Mike, toma su trago puro mientras que Mike, en las rocas (con hielo), luego de matarlo, lo pide con hielo. Ahora en en el mid season premiere, podemos ver a Walt poniendo una toalla para vomitar, tal cual lo hizo Gus Fringe cuando envenenaron al cartel mexicano.
Estos puntos se ponen más graves cuando tomamos el flash forward del inicio de la temporada 5 en donde Walt se encuentra en Denny´s. Ahí arregla sus huevos como lo solía hacer Skylar y ocupa el apellido de soltera de Skylar como nombre falso. Peor aún, aparece usando la misma chaqueta de Jesse. Conectando puntos en esta teoría, Walt mataría a Skylar y a Jesse en los próximos episodios.
Teniendo estas teorías en mente sólo queda esperar para saber cuál será el verdadero final de esta serie, momento que según una entrevista al director de fotografía de la serie, Michael Slovis, no decepcionará. \”Todas las historias quedan cerradas, ningún cabo queda suelto. Esta final redefinirá los finales de series\”, señaló.
Eli
No tengo mucho más que decir. Ha sido intenso, terrible, brutal, ya de por si brillantemente grabado y actuado. Me ha mantenido mordiendome las uñas hasta el infinito. Yo aun ignoro como sera el final, porque las pistas de los flashfoward pueden ser intencionadas claro esta.
carlos risu
Lo más redondo del mundo es que WW se muera de cáncer.
El cautivo
El capitulo es tan antológico, tan obra maestra, que lo que diga quedara escaso para las alabanzas que merece.
Pero el nivel actoral hoy es impecable. Redondo en un 110%. Y lo de Cranston es una salvajada absoluta. Pero brutal idioma. Lo puedes ver derrotado y patetico como odiarle de la manera visceral cuando confiesa lo de jane. Como pasa de ser White a Heisenberg en la misma frase… Es que no hay palabras. La actuación de la década y no estoy exagerando
carlos risu
Bueno, pasado el momento de decir \”esto es cojonudo!!!!\” ya estamos a martes y todos hemos visto Ozymandias veinticinco veces y hemos leído ochenta reseñas poniendo el capítulo por las nubes (esas donde pajarillos enamorados que sobrevuelan a Jesse en su cadalso). ENGA, toca el turno de especular, que desde Lost no se ha visto nada semejante. ¡Y en esta cuadra todo encima! ¡No como otras!
A ver: Lydia, Todd y Jesse tiene un menage a trois de primera. ¿El más capacitado es el esclavo? Dudo que en Madrigal comprendan eso, tan alemanes ellos. Añadan eñ morbo MLF y que, a fin de cuentas, Lydia a Jesse le debe una vida. (Ella tiene varias, ya sabemos).
Dos: Granite State, S05E15 es New Hampshire, amigos. (state motto: \”Live Free or Die\”, en todas las matrículas va eso). Ni Miami ni Alaska (ni Belize). ¿Nos vamos con todo el equipo a rodar a las montañas rocosas del noreste, a ver cómo le crece la barba a Lambert? No me lo creo. Jodida manera de llamar a la prefinale, no hay manera de pillarlo. Poca poesía. O mucho despiste.
Tres: Por más vueltas que le doy a lo del ricino y la metralleta solo le veo un sentido. Ya estoy muerto y antes me cargo lo que más odio. Mire usted yo ya no existo, soy un zombie y ni voy a la quimio ni nada. Paso que se me caiga el pelo. Y es que si a Walter no lo mata el cáncer ¿quién sino él? ¿Jesse? bah, muy vulgar eso. No.
NOTA: Porque yo no sé ustedes, pero yo con 10 millonenjos en el ala me vengo a España a vivir. Y Santas Pascuas.
Va a ser que se muera cuando se ha vuelto bueno. ¿pero cómo? ¿Y el resto? Acabo de leer una reseña brillante, no recuerdo dónde, que me recuerda de golpe que la magia de esta cinco-dos reside en que el entramado anterior (el \”imperio\”) se manifiesta de golpe sujeto con pincitas, todos los factores tramposos (las mentiras, los autoengaños, las justificaciones, se entrelazan unos con otros para devolver los golpes a todos los que aparentemente se sentían a salvo. ¿al que más a Walter, claro, pero, uf). Todos han jugado a ser \”otra cosa\”, todos se han enfrentado a situaciones radicales, ¡hasta Walter Jr, ya tardaba!, todos han tenido miedo alguna vez y han tenido que elegir y alguna vez han elegido el lado oscuro. Todos han recibido sus hostias ¿o no?
NOTA 2: Bueno, los nazis ya sabemos que están por encima (más bien por debajo) del bien y del mal. Son simplemente animales. matan, los matas. Punto. Son graciosos. Son hijoputas. Son previsibles. ( No tanto omo Saul, claro, que ese es la abuela, recuerden).
¿Qué hostia se merece Walter para cerrar el ciclo? Y, sobre todo lo demás ¿Qué premio?. ¿Y nosotros?
Virada02
\”El nivel actoral llega hasta la cuna. Fíjense en la extraordinaria gestualidad de Holly al esconder su rostro ante el bombero, mirar para otro lado y romper a llorar\” Bueno…
Magnífico, magnífico, post, como todos los anteriores. Si acaso un poco excesivo lo de la \”gestualidad de Holly\” pero hace juego con el capítulo.
Tan solo echo un poco en falta comentar que BBAd nunca fue tiró de melodrama como en el último capítulo. A veces hizo trampas, si; pero en “Ozymandias” juega esa carta sin empacho a sabiendas de que está en la traca final y que nada se le va a reprochar. Entre la frase de \”pude salvar a tu chica\”, salir huyendo con la niña (sin olvidar la bolsa de los pañales), la criatura diciendo mamá, la conversación de las hermanas y la pelea del cuchillo el exceso, el dramón, se adueñó de la historia y fue golpeando (y duro) en los sentimientos del entregado espectador. Todo perfectamente válido,no lo discuto. Pero, en mi humilde opinión, no añade nada y si quita desde el momento en que los árboles tapan la mitad del bosque.
A veces tengo la sensación de que para relativizar a White intentando que no sea el mezquino pobre hombre que siempre fue, es necesario contrastarlo con una panda de malos de los de toda la vida, sádicos sin corazón y (faltaría más) nazis. El recurso ya era barato pero es que, a la hora de la verdad, no matan a White al encontrar a otro cocinero y le dejan irse con su dinero y todo a casa. ¿Y esto son los malísimos? Pues si.
Sin duda el capítulo está tan brillantemente resuelto, tan bien contado, que ni lo imposible de Walter empujando el barril queda mal. Hasta la tramposa escena de la llamada pasa bien por \”¡oh que sacrifico!\” y solo después nos percatamos de que la esposa del abusador vuelve a pedir perdón; otra vez víctima. El episodio avanza y por el camino va dejando espectadores impresionados, llorosos o no, pero sinceramente impresionados. Si esto no es talento, que venga Dios y lo vea.
carlos risu
JA, ja. Eso de relativizar a un mezquino pobre hombre (y muy inteligente, no te olvides) al lado de malos de tebeo es la esencia de BB. Un cómic irreal hasta la médula, ¡pero si ya lo advertía ayer la Policía por twitter \”niños no juguéis con drogas que acabáis como Prision Break\”! Pero joder ese preciosismo, esa planificación, ese desasosiego, esas ansias… lo que mola es todo lo demás. SI hay gente que ha llorado viendo esto (ME repitan , por favor, otra vez el poemita), sinceramente los envidio.
Viriada02. cómo diría Walt: tú sigue mirando la serie. \”YA TE LO EXPLICO LUEGO\”.
Virada02
Carlos Risu: Gracias indicarme el camino de la luz, pero jamás he dudado de que fuese un comic; ya se que no estamos en la llamada vida real.
Lo único que digo es que BBad ha incorporado elementos de Revenge con toda soltura. Y que está en su derecho de hacerlo si lo hace con mucho talento, como es el caso.
Pero melodrama era.
carlos risu
¡Ah. la luz! (¿Breaking Bad no es la serie más LUMINOSA que recuerdan haber visto, por cierto? Los amarillos, los verdes, los cielos, los rojos. Es pura luz. Hasta los laboratorios tienen luz y color. ¡Hasta la droga parece un caramelo!).
Me refiero a que la intensa adicción que produce cada píldora de BB, innegable, arrebatadara, mil veces más cuidada, precisa y profunda que en… ya, Lost (el otro gran referente de adicción; The Wire, aclamadísima pasó desapercibida, solo las relecturas la encumbraron, etc)… esa fascinación, digo, y como tú bien dices, impide ver el bosque. La forma en BB está a años luz del mensaje, según mi opinión (incompleta, por supuesto). Leo y leo y releo reseñas encumbrando esta serie que, sinceramente, para mí se van de madre. Todas buscando metáforas a cual más química, referencias en la cultura popular, en la literatura (en la poesía, en los clásicos)…. Señores reseñistas: para mí que algo de meta llevan ustedes en el cuerpo al escribir \”a vuela pluma\”.
Una cosa es que te impacte, otra que deje un poso de conocimiento. Y esto último no lo tengo nada claro. Que viene a ser más o menos lo que tú dices en tu post. ¿Oh, melodrama? Pues venga. Cojonudo. Enorme. Pero de ahí al resto… Hale. (Sorry Alberto, ya me monto un blog un día destos .-).
Daniel
Especulación:
Yo, personalmente, apuesto que en el próximo capítulo se inserta el flash forward ese del que venimos hablando. Walt ha estado un tiempo fuera, y vuelve y la situación está mas o menos así:
– Jessee, torturado y esclavo de laboratorio, jodido encima, porque tienen amenazados a la chica y al niño. ¿quien le rescata? ¿Lydia? ¿Walt?
– La familia de Walt, sin un duro, adiós lavacoches, y metidos en un proceso judicial de aupa y además, sometidos a humillación pública.
– Los catetos nazis, mirando los bidones de dinero, porque no saben como blanquearlo, salvo que ¿Lydia?.
– Walt necesitará derrotar a quienes le derrotaron. ¿Necesitará aliados? ¿Jessee?
Evidentemente, es la hora de Lydia y de ¿Todd? para que las cosas se muevan.
carlos risu
– Daniel, a mí me cuadra que Jesse le digan de llevar la empresa a cambio de lavar los bidones. Lydia, esa niña coqueta también, pero víbora como ella sola. Y Jesse es, pese a todo, el tipo más \”bueno\” de la serie (si por esto entendemos bueno de corazón, que no es lo mismo que infantil. Walter Jr es MUCHO más infantil y nunca sabremos si es bueno o no) merece una recompensa final, si es que capaz de aprender algo. Todas las hostias que se ha llevado han sido por no crecer a tiempo. El niño grande, etc.
Que los nazis lo entiendan es otra cosa, claro. Pero esos caen con un ricinito de nada.
– \”Lo que queda de\” familia: un infierno. Los van a masacrar. La casa ya lo dice todo y lo que soltó el piquito de Walter ha rematado la faena. Noticias de las 10, de las 3, de las 9. Quizás policía, quizás demandas, quizás bandas, quizás jueces, quizás cárteles. Cualquier cosa. El escenario es aterrador, yo soy Skyler y me pego un tiro.
– Y Walter cualquiera sabe. Dice Gilligan que \”sólo se cambia de gafas\”. Ya tardaba jaja.
carlos risu
Lo más humano es echar el resto por amor. Walter ama a Skyler, lo ha dicho mil veces. Y nunca se ha drogado, ojo.
Leandro
Grandísima serie de post, Alberto. A la altura de la serie.
Eduardo Garteiz
Acabo de descubrir su blog a través de un amigo, enhorabuena por el análisis, me parece muy interesante y acertado.
Qué decir de la serie, posiblemente estemos asistiendo en vivo a una de las mayores obras maestras del cine. Sí, del cine, aunque sea en pantalla pequeña. La secuencia del cuchillo es, en mi opinión, el estallido perfecto, la esencia de todas estas horas de trama, con las que tanto hemos disfrutado, concentrada en pocos minutos con una intensidad majestuosa. \”¿Qué os pasa? Somos una familia…\” Está todo dicho, el final ha llegado.
Seguiré atento a nuevas entradas,
un saludo
Antonio Rodilla
Jo-der. La misma palabra con la que comienzas es la que he soltado en cuanto he terminado este capítulo que, por cierto, me parece el mejor capítulo de ficción de una serie que he visto en mi vida. Me ha dejado sin aliento. Cuando no me tapaba la boca, se me ponían los ojos como Ozil. Brillante.
Y el análisis, una gozada, a la altura esperada. He sentido escalofríos mientras lo leía porque he revivido la intensidad del capítulo. Es una gozada leerte, como siempre.
Un abrazo.
dani
Increible análisis, como todos los que llevas haciendo desde hace tiempo Alberto. Poco más puedo añadir excepto el dato \”tonto\” que este capítulo ha sido puntuado con un 10 en imdb después de más de 25.000 votos. Esta serie ha batido todos los récords habidos y por haber, y además de forma totalmente justa. Esta serie es el Don Quijote del siglo XXI. Ha cambiado el formato de explicar las historias, pero el arte sigue alzándose generación tras generación.
Sergi
Enhorabuena por el artículo.
Yo opino que los capítulos de Breaking Bad han dejado claro que Walter White es el mismísimo demonio. Solo él o el cáncer pueden acabar con él…
Tengo curiosidad por ver si hay algún giro sobre esta idea.
¡Un saludo!
carlos risu
¿Walter el demonio? FALSO. Walter ,mala intención no tuvo jamás. no se ha metido nunca con nadie, simpkemente supo escuchar, profesor paciente. No ha provocado a nadie ni ha ido nunca de postura ninguna. Se ha plantado en los fifry, una vida malgastada, todo eso (hay quién se da cuenta antes, o después) y le ha intentado dar sentido. Lo que ha logrado en un par de años SE LO MERECE.
Que lo ames o lo odies a estas alturas depende… de la ultima impresión recibida. Cuando pase el tiempo dependerá de lo que hayas aprendido, De cómo proyectes tus vivencias en esta serie grandiosa. Este espejo. ( PD: AY, mis disculpas si alguien sufrió mi momento Walter.) Este es de los pocos blogs a la altura de los acontecimientos. New Mexico.
Daniel
¿Alguien sabe a qué hora emiten la serie en EEUU? (se nota que estoy ansioso por ver el siguiente episodio)