No han llegado todas las respuestas, pero el relato sí ha avanzado y los personajes han ganado profundidad y aristas. Porque quizá
Nurse Jackie no esté en el top de series, pero mantiene una regularidad envidiable para una historia que combina con energía la comedia y el drama.
(A partir de aquí, detalles de la segunda temporada) Dejamos la
primera temporada con una pregunta colgando: ¿por qué se empeña
Jackie Peyton en tirar su felicidad por la borda? Tiene unas hijas encantadoras, un marido que la adora y está bien considerada en el
All Saints Hospital, aunque tenga días más cercanos a la enfermera
Ratched que a
Florence Nightingale…
Esta segunda entrega no se ha ido por las ramas y, sin prisa, nos ha ido desvelando cierta decepción con el “nivel cultural” de su marido, complejo de inferioridad social, mentiras compulsivas y unos mecanismos de autodefensa psicológica tan fuertes que, en el fondo, solo pueden revelar una mujer muy frágil emocionalmente. La doble vida es una coraza, claro.
Aún quedan porqués en el tintero para una psique tan compleja como la de Jackie, pero es evidente que las causas del naufragio quedan lejos, quizá perdidas en la memoria, y su mayor problema ahora es la adicción a las drogas y no otro. En consecuencia, como escriben en la revista Time, “el affaire con Eddie no es la enfermedad, sino tan solo un síntoma”.
Aún así, la atracción fatal entre Eddie y Jackie ha sido una de las tramas más astutas de la temporada. La obsesión del farmacéutico ha generado tensión y ha convertido en real lo que, hasta entonces, era un triángulo amoroso virtual, un mero desahogo de rebotica. Es el verdadero vencedor del año, puesto que ha logrado que hasta los enfados del matrimonio pasen por sus manos.
La vida en el hospital, por su parte, no ha variado mucho con respecto a la temporada anterior. Cero grados. Lo que ha perdido por babor lo ha ganado por estribor:
Momo era un personaje forzado, pero es que el
sosaina que lo sustituye es muy perezas; y
Zoey va madurando, con el coste de perder ese punto naíf tan, tan fascinante. En positivo, podemos citar la contención paródica de
Akalitus, la entidad dramática -crucial en el cierre- que ha conquistado la doctora
O’Hara, o la simpática/engreída estupidez del cada vez mejor conseguido
Dr. Cooper, un tipo que lo mismo se obsesiona con
twitter (aquí
su cuenta) que le roba novias
a ritmo de rap.
El cierre ha sido de nuevo abierto para esta segunda temporada.
O’Hara y
Kevin tienen a
Jacks contra las cuerdas y justo ahí es cuando sale a relucir, con todo su esplendor, la marca
Showtime. Esa obstinada aspereza. “Blow Me!” les grita tras hacerse la ofendida; “¡vete a la chingada!”, que traducirían los mexicanos. ¡Qué actriz tan sensacional es
Edie Falco! digo yo. Porque esa memorable escena ante el espejo apunta que ni la redención ni el perdón están por ahora en la hoja de ruta de
Nurse Jackie. Solo hay mentiras, más mentiras.
Ahora la pregunta es, ¿hasta cuándo?
satrian
Desde el comienzo se ha visto envuelta en su propia bola de nieve de mentiras, que rueda y rueda y crece y crece, veremos donde se estrella o hacia donde sigue rodando, porque parece que las "intervenciones" no le hacen mucho efecto.
Rainor
No es mi serie favorita, no es la mejor, pero tiene algo que me hace estar pegado a ella.Y, como bien dices, el final ha sido muy grande, ese "Blow me!" me dice muchas cosas, supongo que ahora le toca redimirse de cara a los demás y seguirá teniendo a todos engañados. Muy grande Jackie
OsKar108
Es cierto que no es "la mejor serie" pero también lo es, que no se me ha ido acumulando ningún capítulo hasta alcanzar el siguiente.Jackie es una gran mentirosa que no tiene la intención de cambiar, que es lo peor, por lo que imagino que eso es lo que nos espera para la próxima temporada, pero ahora no podrá hacerlo tan "alegremente" (al mentir me refiero) porque 2 de las personas más importantes en su vida ya están al corriente de la situación (aunque no sea todo lo que esconde).¡Saludos!
Nahum
SATRIAN: Quizá se estrelle cuando algo les ocurra a sus hijas, intuyo, ¿no? Que se coman una de sus pastillas o cosas así. RAINOR: Es mentirosa compulsiva. Si ha llegado al límite y no se ha reformado, ¿qué hace falta? OSKAR: Se ve muy bien. Creo que durar 25 minutos es un acierto, claro. Es una adicta: para qué cambiar.
Rainor
Gran pregunta, quizás es mayor su adicción a la mentira que su adicción a la droga… A mi ese "Blow me!" me ha sonado a que de cara a los demás va a empezar a reformarse, mientras en secreto seguirá consumiendo.No se, quizás solo son cosas mías, pero me da que la siguiente temporada irá por ahí.
Vanessa
Excelente, me ha parecido simplemente excelente… El post y Jackie, claro.No tengo "peros" a esta segunda temporada, me ha tenido en un sinvivir, viendo cómo Jackie se metía más y más en la boca del lobo. Y el fantástico final me hizo reir… porque, en estos casos, aunque sepamos que algo "está mal", como es nuestra querida protagonista quien lo hace, dejamos la moral a un lado.
Seriálicos Anónimos
No sé cómo es la serie, pero como sea la mitad de adictiva que tu post, me da que esteré ¡¡¡muy atenta a la pantalla!!! ¡¡¡La voy a comenzar ahora mismo!!! Eso que de puede no ser de las mejores, pero sigue en la programación me llena de curiosidad. Y tu fantástico análisis la ha incrementado ¡enormemente! A ver cuánto tardo el ver las dos primeras temporadas…¿te alcanzaré Nahum?S.A.
Nahum
RAINOR: No sé, no sé. Creo que ahora mismo, básicamente, es una adicta. Aún nos falta saber más de las razones de su caída en ese abismo. VANESSA: Gracias. Es muy interesante eso que comentas y a ver si lo pienso más: sabemos que es deleznable a ratos pero nos gusta. Como con (nuestro querido) Mackey, Al Swearengen, Dexter o el Walter White de Breaking Bad. ¿Cómo consiguen que tengamos tanta identificación con ellos? S.A.: ¡Pelota, je! La tienes bien grabadita en tu disco duro, así que cuando te vea en un mesecico la podemos comentar…