19. Weeds. Demoledora y nihilista desde los créditos: alienados hipócritas de barrio bien. De sus variaciones, escojo Linkin Park.
18. The Pacific. El heroísmo en carboncillo; la realidad y la leyenda al ritmo de Zimmer.
17. Battlestar Galactica. La melancolía de la huida y la devastación en esa dulce voz en sánscrito.
16. The Wire. Un esbozo de alegría antes de la tragedia. Mi versión favorita de Waits es la primera, la más cañera.
15. Whitechapel. Retazos, sangre, niebla, oscuridad. Y esa melodía tan inquietante para Jack.
14. Deadwood. Nadie sabe qué demonios simboliza ese caballo, pero el tono arisco y salvaje está ahí, en su asqueroso esplendor.
13. Luther. En el fondo es un poli atormentado y romántico. ¿No lo anunciaban la intro? “El amor es como un pecado…”
12. The company. Jeff Beal escolta a dos conejitos que cruzan el espejo, como Alicia. A un mundo donde nada es lo que parece.
11. Rescue Me. La intro se olvida de la comedia para centrarse en la épica, el drama y New York. Pero con un ritmazo.
10. Bored to Death. Estilo comiquero, originalidad visual y una melodía simpática. No hay mucho más después.
9. Fringe. ¿De qué va la serie? De lo que anuncian sus hipnóticos créditos, claro.
8. Sons of Anarchy. Toda la fuerza dramática y la imaginería enfática de Kurt Sutter sintetizada en 30 segundos.
7. Treme. Uno empieza a mover el esqueleto a ritmo de jazz. Y de veras que el viejete de azul bailando es im-pre-sio-nan-te.
6. Misfits. Tema eléctrico, estética afinada y hasta un resumen de la trama. Así, claro que engancha.
5. Dexter. Un clásico, con sus texturas, sus sonidos y su mosquito. Dexter se la juega en esos milímetros.
4. True Blood. Ésta ha creado escuela. Irresistible Everett, enfermiza la ambientación sureña y sensuales las imágenes… como la serie.
3. Mad Men. La caída ininterrumpida de Don y ese mundo-celofán hecho de apariencias y humo. O cuando el estilo es el mensaje.
2. Rubicon. Originalísima y como un guante para la trama de espionaje: solo hay que conectar los puntos.
1. Six Feet Under. Preñada de simbolismo y poesía. La intro es una obra de arte audiovisual en sí misma. Insuperable.
Cortesías (Hablemos en serie y la excelencia)
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