“Fue otro abril alegre y otra tarde plácida”, cantaba Machado. Esta delicia de la primavera la ha venido a infartar la televisión americana vistiendo sus mejores galas. No recuerdo una época tan congestionada de calidad: el final de ese martillazo, Justified, que hace dos semanas desnudó una de las escenas del año (“Why wait?”). Y este par de regresos que solo aceptan el podio como espacio de baile: Mad Men y Juego de tronos. La premiere de ambas (dragones, huargos y reyezuelos pulularán esta noche por Madrid y Barcelona) demuestra que el lema de este blog ya está recorriendo el viaje de vuelta.
Por si fuera poca la carne en el asador, la primavera no se olvida de sus guarniciones: Fringe derrapa en los postres, para que nadie dude de su renovación (?); Community suspende el espejismo de lo cotidiano en un “continuará“ bélico; y hasta Aaron Sorkin se pone estupendo con la HBO (¡vean el tráiler, calentito!).
Así, ¿cómo no amar la televisión?
–Mad Men frente el 68
Que si la cancioncita de Megan, los límites del melodrama y la cuestión racial. Este mamporro del New York Times en forma de crítica. Calma. A mí tampoco me gustó el episodio doble (en España por Canal Plus). Me aburrí, algo que, a pesar de su ritmo lento, nunca me había pasado con Draper y cía. Me veía demasiado forzado con una tipa que, de momento, ni me va ni me viene. Además, los floridos sesenta carecen del glamour cincuentero. Calma, insisto. Porque Mad Men siempre ha sido corredor de fondo, nunca velocista. Durante temporadas ha ido anticipando, con su juego subterráneo, el terremoto ideológico del 68, aquel golpetazo que cambió la sociedad, la única revolución que perdió formalmente para ganarlo todo. Aún somos hijos de entonces. Por eso sigo tan intrigado por ver cómo Weiner se asomará al epicentro sin renunciar a su proverbial elipsis.
“Son los sesenta, ¿no te habías enterado?”
http://www.youtube.com/watch?v=1-fIFeMVMso
–Juego de tronos: ganar o ganar
Con un fandom muy activo y una historia aún abierta, la serie ya cabalga las praderas del culto. Da igual que esta temporada sea buena, mala o regular. Game of Thrones es un éxito. Un exitazo. Un acontecimiento. Tanto HBO como Canal Plus la han promocionado de lujo. La irresistible inercia de la primera temporada y el material literario de Choque de reyes apenas permiten dudar: Game of Thrones es LA serie. Conociendo el relato de Martin, se augura una temporada salvaje, excesiva, ambiciosa, espectacular, provocativa y mágica.
–The Killing y la segunda oportunidad
La adaptación de Veena Sud tiene cierto tufillo Abrams en su patinazo: un episodio piloto redondo que va dilapidando su fortuna y acaba mendigando la hora. La crítica USA se empachó de caviar al destrozar el primer año (torres más altas habían caído… ¡con su aplauso!), pero yo pienso que los ingredientes y el aroma dan para remontar. Simplemente hay que variar la receta dejándose de adornos nouvelle cuisine y poner los conflictos directamente en las brasas. Porque me temo que o agarran ahora o ya no tendrán muchas más oportunidades.
“¿Quién mató a Rosie Larsen? ¿Un crítico?”
http://www.youtube.com/watch?v=LZZ454hkBSI
-Entrevista en Zapping Magazine
La revista, por si aún no la conocen, está bárbara para seriéfilos. Además, en este último número traen un cuestionario que responde el menda a partir de la página 36.
poliptoton
El problema de esa posible remontada de \”The Killing\” es su autoimpuesta estructura, tan absurdamente rígida, que permite poco margen de movimiento. Poca paciencia voy a tener yo: o mejoría notable y rápida, o a los leones y que alguien me cuente en junio quién mató a la muchacha.
mackey
A mí sí me gustó el doble episodio de Mad men. Parece que metes un poco de comedia en un melodrama de altos vuelos y la crítica se desmorona.
R.Winehouse
Megan es la antítesis de Betty. Ahora,gorda y deprimida,siento lástima por ella.Cuando se asusta por un posible cáncer acude a Don…¿Habrá segunda oportunidad?
Antonio Rodilla
El doble capítulo del inicio de la segunda temporada de The Killing me ha parecido muy bueno. No voy a decir nada, no vaya a ser que haya gente que no lo ha visto todavía.