Homeland se disparó en el pie a mediados del año pasado y, desde entonces, ha caminado lisiada. Las críticas generalizadas a su tercera temporada -algunas más razonadas que otras; algunas muy cachondas– nacen, en realidad, de aquel último tramo donde el relato comenzó una huida hacia adelante… de la que ha sido imposible regresar con vida. Ya lo anunciamos en la reseña del piloto: el gran problema del planteamiento era su fecha de caducidad. De tanto estirarlo han roto la cuerda y, desde mi punto de vista, han abortado cualquier posibilidad de redención futura de la serie.
Llegan un año tarde.
Porque lo ocurrido en estos doce capítulos -tan desequilibrados estructuralmente, tan erráticos en su coherencia dramática- es fruto de haber amagado sin pegar. Hay series que cambian su concepto… pero entonces hay que agarrar al toro por los cuernos. Es muy difícil mantener a Brody en pista sin hacer saltar por los aires cualquier pacto mínimo de verosimilitud. Lo descabellado de la trama -con sus contorsiones familiares, amorosas y, sobre todo, ¡iraníes!- solo se entiende por la necesidad de seguir contando con Damien Lewis. Su trayecto, tras lo ocurrido con la bomba de Langley, no podía implicar volverlo a reubicar como protagonista. Es forzar demasiado la máquina… y gripar el motor.
A ver, uno puede pensar que con esto de que estamos ante una ficción de espionaje y geopolítica vale todo. Y no. Precisamente el problema aquí es el género, que establece con el espectador un pacto de lectura severo, porque por la pantalla pululan demasiados fragmentos de realidad (CIA, Irán, Venezuela, islamismo, terrorismo, operaciones especiales) como para que nos traguemos licencias de guión como la rocambolesca estrategia para que Brody asesine al líder iraní. Esta dejadez ya lesionó gravemente el último tramo del año pasado, pero en esta tercera temporada ha alcanzado cotas paródicas (adobadas por el maniático histrionismo de Claire Danes, carne perpetua de gif). No ha habido por dónde coger la peripecia. Como escribía Willa Paskin en Slate, aparentemente parece que solo hay cuatro agentes en toda la CIA y, a pesar de tener un Google Street detalladísimo y una rubia que se mueve entre mulás como si se garbeara por Times Square, los tipos resultan bastante incompetentes…
En todo caso, la gracia de Homeland nunca fue su realismo narrativo, sino el emocional, ese cuerpo a cuerpo enfermizo e intenso entre Carrie y Brody, con Saul de centinela dolido, donde resultaba imposible discernir dónde acababa la mentira y empezaba el te quiero. Y aquí -en parte empujado por lo alucinado de la trama- es donde la serie tampoco ha logrado remontar el vuelo este año. Al contrario, salvo en momentos puntuales -como un par de secuencias de la finale, por ejemplo- la temporada ha carecido de emoción genuina. Por varias razones. En primer lugar, por la forzada inclusión de subtramas (¡¡Dana!! o el desaprovechado Quinn) que se han sembrado en huerto aparte, sin apenas unión con el resto del jardín ni recompensa dramática para el espectador.
En segundo lugar, por lo aburrido de los primeros capítulos. Precisamente la ausencia de Brody hacía que el relato caracoleara sin encontrar su centro, mejor dicho, su equilibrio. ¿Quién ha sido el antagonista durante la primera mitad? ¿Dar Adal? Este Salieri prometía, pero no ha dado la nota. Y a Saul, por mucho que uno lo haya querido, no le ha sentado bien tanta sobreexposición; ha perdido papeles, misterio y agudeza (hasta en su propio hogar le meten goles). En todo caso, lo peor de esos primeros morosos capítulos fueron dos cosas: el interludio caraqueño y la trampa de focalización. Lo primero, más allá de lo soporífero del episodio, habría tenido más sentido en el capítulo 7, como sugieren en Carrusel de series. Tal y como lo dispusieron queda descolgado, sin momentum. Con respecto a la trampa de Saul y Carrie, ay, es un truco muy viejo y, la verdad, hay que ejecutarlo muy bien para no parecer un tahúr de tercera. En estos órdagos no hay término medio: o ganas toda la mano dejando boquiabierta a la peña (como hizo Breaking Bad aquí) o te quedas con cara de pardillo. ¿Por qué justifica el relato este subterfugio que quiebra las claves narrativas que el propio relato se da? ¿Tan relevante para nuestra inversión emocional es descubrir que nos han estado engañando junto con el resto de personajes? Ya lo hicieron en la primera temporada… y fue uno de sus borrones. Ahora ha quedado como truco de todo a cien, de esos que más que brillantez de escritura revela impotencia.
Y en tercer lugar, la serie ha perdido empaque dramático por la voltereta de la trama. No, el pacto de lectura aquí no es el de 24, donde uno entraba por un costado diferente y, en consecuencia, aceptaba mejor las fantasmadas. No. En Homeland el margen era más reducido y, por tanto, muchísimo más fácil dejar al relato en offside. Por remontar dos párrafos y abrochar mi razonamiento: el realismo emocional de Homeland ha quedado desactivado por sus desatinos narrativos; condición necesaria, pero no suficiente. ¡Si hasta en la última estrella uno está más pendiente de cómo demonios uno puede grafitear -con una perfección de trazo asombroso, por cierto- en el hall del edificio más vigilado del planeta después de La Casa Blanca… que de la supuesta justicia poética del romántico gesto!
Con todos estos mareos, el interés de la serie se mantuvo en pie por inercia -“cómo demonios saldrán de ésta”- y porque -justo es decirlo- el regreso de Brody, a pesar de las tragaderas que exigía y las chistosas licencias ciáticas, reivindicaba la memoria de temporadas anteriores, de aquel Homeland que nos enamoró en su ambigüedad geo-espio-amorosa. Un amor que, como bien escribe Bárbara Ayuso, se ha quedado en olvidable ligue de verano. Sus cinco o seis últimos capítulos mejoran, por muchos agujeros de verosimilitud que contengan, y hay un par de secuencias de la season finale que evocan la intensidad de antaño… pero ya es demasiado tarde.
Aunque, oiga, el público responde, así que…
Dexter llegó hasta las ocho temporadas; Showtime aún tiene margen.
Jose
Suscribo una por una tus palabras.
Un saludo
tenacitas
A mi me gustó el juego de Carrie y Saul de los primeros episodios, y de hecho me faltó esa ambigüedad en la historia, que tanto se da en esta serie, en la segunda parte de esta temporada. Ahora bien, señores de Showtime ¿es necesaria una nueva temporada? ¿no hemos aprendido nada de Dexter? ¿No les parece lo suficientemente redondo y bueno este final? A mi sí. Y pese a que nos duela, las cosas tienen que acabar y es mejor hacerlo bien.
Richard
Efectivamente, profesor Nahum, Homeland ha tocado fondo y creo que ya es muy tard epara que levante (como el buen capítulo Nº 11 fue muy tarde para levantar una temporada mala. Mientras que 24 era más honesta y por eso suspendíamos con gracia nuestra suspensión de incredulidad, Homeland mostraba cierta pretensión de creerse superior, por ello es que su caída es más estrepitosa. Creo que al final los guionistas se sinceraron y decidirán 24rizarse. Saludos y Feliz Navidad. Un podcats donde analizamos Homeland: http://www.ivoox.com/stream-mato-al-cable-n-19-audios-mp3_rf_2667390_1.html
Chema
La primera parte de la temporada fue soporífera a más no poder (qué coñazo de familia!) y, como bien dices, con giros rocambolescos. Pero cuando reapareció Brdoy (no ese capítulo de Caracas, cuando reapareció para quedarse) la cosa mejoró mucho y esos tres o cuatro episodios fueron de lo más entretenido.
Con bastantes licencias, estuvieron a la altura del comienzo de la serie.
PRESIDENT MAO
Para mí Homeland comenzó a caer en picado a partir de la segunda temporada, cuando las muecas de Claire Danes se hicieron cada vez más irritantes (¿tal vez se le subieron a la cabeza los Emmys y su recién estrenada condición de productora), y los guionistas decidieron tirar cualquier atisbo de lógica por la ventana. No sé qué conejo se sacarán de la chistera el año que viene, pero tengo claro que no pienso estar allí para ver otra temporada para olvidar…
P.D.: ¿Para cuándo un post sobre la excelente 4ª temporada de Justified?
carlos risu
La psicosis post 11 S ha sido trasladada al pueblo de una manera tan efectiva que:
A Homeland le dan un Emmy porque cosa más patriótica no hay. ( O auto-patriótica, eeeeps, digo autoparódica o qué más da, ja) . Aunque sea un producto de quinta categoría, vamos, como cualquier analista de sistemas televisvos capta a la primera (sea iraní, barbudo, calvorota, rubia loca o profesor universitario, etc)
B Te cuentan medio verdades tipo, \”en la guerra todo vale… a los asesinos fanáticos los curtimos en Guantánamo o Venezuela o por ahí y los mandamos luego al medio oriente, aunque sean malos malosos\” y tú pues entretenío con la Carrie. Que así de calzonazos son los agentes amicanos por el mundo, ya te digo.
C Nada más psicótico que una serie de SHOWTIME, y esta lleva camino de partir la pana.Tiene cuarta, amigos, CUARTA, pa volverse loco. Pues como no me la rueden en Corea del Norte no la veo ¡ea! Me espero a leerme al Alberto (o a la cachonda del link, cosa más salada no se ha visto este mes, jaja)
Juanfra López
¿Por qué nadie se hace eco de la mala relación entre los dos actores protagonistas fuera de las cámaras? ¿Y cómo ese hecho ha provocado que los guionistas hayan tenido que hacer auténticos juegos malabares para cerrar la historia con Brody?
http://www.abc.es/estilo-gente/20130711/rc-peligra-continuidad-homeland-mala-201307111844.html
Es muy fácil hablar cuando sólo se dedica uno a criticar. Me hubiese gustado ver al autor de este blog frente a esta situación si hubiese sido el creador de la serie.
De hecho, teniendo en cuenta esta circunstancia, la tercera temporada me ha parecido la mejor. Han jugado con un montaje paralelo in crescendo que se sale de toda norma. El capítulo tres \”Tower of David\” y su ubicación en la narrativa me parece una auténtica maravilla lejos de todos los lugares comunes por los que transitáis en el resto de series que véis.
Por otro lado, es cierto que la subtrama de Dana careció de todo interés, pero tuvo un sentido al final: empujar a Brody a Irán.
Tampoco veo mención alguna al hecho de hacer coincidir en la ficción con la realidad: Irán dispuesta a negociar su programa nuclear. Esto no creo que haya sido algo improvisado. Y si lo fue, son de esas perlas que no veo en muchas series.
Puede que me equivoque y basar mis razonamientos en cotilleos fuera de las cámaras sea un error. Pero lo encuentro coherente. No creo que los creadores sean tan malos como los pintáis.
Saludos.
Los Gobernables
La temporada completa, me pareció buena, excepto el tema de Brody atrapado en Caracas, eso me parece inverosímil (esas escenas parecías a la movie Escape de New York). Ahora, el tema de Irán no es nada loco, si lo comparas con la realidad, tienen varias similitudes, Mahmoud Ahmadinejad, el ex gobernante radical iraní, dejó el poder a un gobernante más comunicativo con los yanquis, tal es así, que han firmado un tratado con respecto al tema del uranio enriquecido, por lo tanto no hay guerra. La historia me gustó, pero el final de Brody, hubiera sido más realista, si la CIA lo mata al final. En cuanto a la estrella que dibuja Carrie, me parece una anécdota. Gracias.
David
Fantochada desde su mismo inicio, para una miniserie al uso inglés podría haber dado. Tragué con toda la primera temporada y parte de la segunda. Alguien me debe un puñado de horas de vida que podría haber dedicado a cosas que merecieran más la pena.
Lehmming
No comprendo para nada a los defensores de la serie. Comenzaron apoyándose en su supuesto realismo, cuando la serie agotó ese crédito pasaron a defender la necesidad de suprimir la credulidad para que la narración fuera buena, y cuando esto dejó de sostenerse empezaron a traer criterios inverosímiles (similitud con las negociaciones de Irán, etc…). Encima ya hasta leo explicaciones como la mala relación entre actores… manda webos. ¿Por qué el ser humano necesita justificar que lo que le gusta es bueno? QUiero decir, si te gusta una hamburguesa de cadena multinacional, no te avergüences, la disfrutas y punto, pero no pretendas hacerla pasar por plato gourmet.
carlos risu
Vaya que sí, el argumento de que Carrie y Brody no se llevan bien es contundente en el devenir de la serie, sin duda. Vamos, yo soy jefe de guionistas y contrato a dos actores y si me riñen en el rodaje no lo dudo: a uno lo mando a Venezuela ya la otra al manicomio, y hasta que se les pase me dedico a filmar a la adolescente. Eso sí, uno de los dos la palma al acabar, una temporada y no más, Santo Tomás.
carlos risu
En este escenario improvisado tipo \”los actorazos químicos se llevan mal\” pasa como en el ajedrez, o como en el jazz, por ejemplo: hay que mantener el norte y la calma y estar preparado por si se precipitan los acontecimientos (pura geopolítica). Pase lo que pase, ganar tiempo, hay que ser frío. El barbas ha de mantener la calma, por mucho que a la señora se la trajinen, etc; la adolescente un día más, otra escenita, otro huir palante pasajero, venga, va; el calvorota que no sabemos qué pinta en a CIA más callao que una puta, cara póker; el Quinn machote que molaba mazo lo dejamos en stand by, etc… Y si al final cuela, si llegan al final de la cuarta con ganas…. triunfo. La gente nos demanda otra season, aún no se han recuperado de esa gran bofetá del 11 s. Y mientras cuele… Dexter.
carlos risu
digo que es tan fácil desmontar eso como estudiar The Wire. O Treme, que esa si habla de JAZZ y que es de ahora. Pero la gente se monta sus pelis y sus blogs y hala, a cascar donde Nahum que es profe. Buena nota Regular..
Los Gobernables
Lehmming dice: \”no te avergüences, la disfrutas y punto, pero no pretendas hacerla pasar por plato gourmet\”…Respuesta: es clarísimo que la serie te apesta, pero te recuerdo que solo es tu opinión y eso no significa que la serie no sea buena, que tú le encuentres peros, estás en tu derecho, solo eso. Pero, solo es tu observación.., Y sí, hay similitud con la realidad. Gracias.
Lehmming
A Los Gobernables: mi opinión es mía, cierto y la tuya, a pesar de que tengas un nick plural, también es sólo tuya. Eso es un hecho, pero para nada capacita extenderlo a las presuntas bondades de la serie. Además de una opinión, es una crítica, y es una crítica fundamentada. Nahún lo ha expuesto suficientemente bien en su artículo y no es éste el sitio para redundar en ello. Sólo me repito para incidir en un profundo error de apreciación que cometes: que la serie claramente se inspire en acontecimientos reales (acercamiento EEUU-Irán) no le otorga directamente más valor intrínseco como ficción, sólo demuestra que los guionistas ven las noticias. Que a tí te guste eso me parece perfecto, y hasta maravilloso, al fin y al cabo la serie quiere entretener, pero por favor, no eleves tu gusto personal a categoría estableciendo lo que es bueno sólo por tu paladar y reconoce que la historia es pésima en estructura y coherencia. Como contrapunto un ejemplo: ¿cierto que el pueblo de Irán reconoce a Brody al ser el supuesto terrorista de Langley? cierto, y le adoran. ¿Cierto que medio mundo ve cómo Saul defenestra públicamente a Carrie? Cierto, mediante declaración en Comisión Parlamentaria y a través del Washinton Post. Entonces, ¿cómo es que es capaz de pasearse Carrie por Teherán y hasta subirse a la verja del recinto de ejecución de Brody sin que la reconozca ni uno sólo de los agentes que allí se dan cita?. Es sólo uno de tantos ejemplos de violación del pacto con el espectador, Nahúm explica y enlaza tantos otros. Que os gusta? Magnífico, pero lo dicho, no es una buena historia por sus centenares de contradicciones internas
Los Gobernables
Lehmming, la crítica que escribe Nahúm sobre Homeland, puedo o no estar de acuerdo, pero no dudo de un buen artículo desde su perspectiva… solo eso, texto: \”no es una buena historia por sus centenares de contradicciones internas\”, no me convence tu defensa primeriza. Así como he estado 100 % de acuerdo en sus análisis de Nahúm con otras series. Esta me parece injusta. Gracias…ah y el nick losgobernables en plural es un buen título.
Juanfra López
Para carlos risu: ¿Te da miedo criticarme directamente en mi blog o es que te gusta más que chateemos en este hilo porque es el blog de un profesor? ¿A caso sabes algo de mí? ¿Cómo sabes que el criterio del profesor tiene más validez que el mío? ¿Por el número de seguidores o de títulos universitarios? Cuando tengas la respuesta te invito a que hablemos de Jazz en mi blog.
Para Lehmming: Normalmente cuando sale una noticia de este tipo nadie sabe quienes han sido los que han movido los hilos para que el hecho se produjera ni mucho menos cómo. Teniendo en cuenta lo anterior, lo que me ha parecido realmente interesante es que los guionistas nos hayan mostrado precisamente todo ese lado oculto de la realidad en forma de ficción.
Saludos,
carlos risu
Para Lehmming: ¡QUÉ PASA TRONCO!
carlos risu
Para todos: Jo, si me ponen un link leo y conteso donde el link. Igual no se debe. OOOOKKKKK. Y decir que con el tiempo Homerland… pierde. Y que lo de profesor es por mantener algo de memoria, sólo eso, ehhh.