Como me sobran niños, solo me queda, entonces, plantar un árbol. Porque mis libros académicos previos jugaban a otra cosa. Este Series contra cultura supone la primera vez que publico para que me lea todo el mundo: los aficionados a las series, claro, pero también los atentos a la intersección entre cultura y sociedad, entre ideas y entretenimiento. Es una obra divulgativa. Como este blog.
No en vano, Series contra cultura (que el otro día alababa con tanto cariño mi admirada Rosa Belmonte en ABC) recoge textos que ya he ido publicando aquí y allá, pero pasados por el placer de la reescritura y agrupados siguiendo una estructura temática. Ahí es donde realmente gana enteros el formato libro: aporta unidad, consistencia, profundidad, eco. No me atrevería a decir que “el índice es el mensaje”, parafraseando a McLuhan, pero sí que vertebra cada capítulo con precisión. Aquí se le puede echar un ojo a la portada, el índice y la introducción, todo juntico. También en la propia web de la editorial, por descontado.
Una de las cosas que me hizo decantarme por una editorial pequeñita como Eunsa es la extraordinaria libertad que me han dado. Han permitido, además, meterle un sabroso plus visual al libro, con la potente portada que me ha diseñado Javier Hueto y esas deliciosas ilustraciones minimalistas que abren cada reseña. Como veis, este post va salpimentado con algunas de mis favoritas. ¿Sabéis a qué series pertenecen, verdad?
A ver ahora qué tal discurre el libro. Quizá tenga recorrido y eso me anime a un siguiente volumen centrado en estética y narrativa. O, lo mismo, no lo compra ni Perry y hundimos a la editorial. Qué sé yo. Es un entorno nuevo para mí, por lo que veréis parte de la promoción desfilando por Diamantes en serie, el lugar donde empezó todo.
De la contraportada de Series contra cultura
Este libro aspira a entablar una conversación intelectual, con las series de televisión como objeto. Un diálogo con y contra las ideas dominantes, partiendo de los principios del humanismo clásico.
En esta “era Netflix” en la que vivimos, la ficción televisiva se ha erigido en una de las muestras más depuradas, rentables y ubicuas de la cultura popular contemporánea. Pero, más allá de su función lúdica, las series son apasionantes, también, porque son especulares: nos permiten tomarle el pulso a una época. Siguiendo esta premisa, este volumen analiza 58 teleficciones no solo desde su dimensión estilística, dramática y narrativa, sino también desde la antropología, la cultura, la sociología o la política. Para reflexionar sobre los parámetros culturales que proyectan las series de la última década larga, por el libro transitan emblemas de calidad como The Wire o Mad Men; otras veces relatos menos conocidas como The Leftovers o Justified; y, por supuesto, también fenómenos planetarios como Juego de tronos, The Mandalorian, Chernobyl o Stranger Things.
El pegamento que une estas páginas es variado, pero siempre subyace un denominador común: el de seleccionar series suculentas para un estudio que trascienda su condición puramente estética. Así, en este libro caben propuestas televisivas que de forma explícita aborden cuestiones candentes, polémicas inacabadas, episodios históricos controvertidos, aspectos ideológicos poco tratados o, simplemente, propuestas disidentes para asuntos abordados muchas veces con argumentaciones monocordes, forzadas o tópicas.
Mercedes
Se puede conseguir en Argentina?
Alberto Nahum
Buenas, Mercedes. Me dicen en la editorial que la distribución en Argentina está complicada, ignoro las razones (a Chile sí han salido unos cuantos ejemplares ayer). Está la opción de Amazon Internacional (https://amzn.to/3sYON4V) o Book Depository (https://www.bookdepository.com/es/Series-contra-cultura-Garc%C3%ADa-Mart%C3%ADnez-Alberto-Nahum/9788431335915), pero ignoro los precios de envío, que quizá sean desorbitados. Si no, bueno, la versión en e-book está también disponible (https://ebooks.eunsa.es/reader/series-contra-cultura). ¡Ojalá entre estas opciones sirva alguna, Mercedes!
Flames
¡Enhorabuena!
Alberto Nahum
Querido Flames, muchas gracias. ¡Siempre estás ahí!