Vivimos tiempos atosigados, donde hasta el producto más inocente y palomitero puede convertirse en un cuadrilátero donde darse de bofetadas por alguna escaramuza de la denominada guerra cultural. Ya no son solo las películas y series conscientemente políticas (un Costa-Gavras, un The Wire) las que pueden verse envueltas en el huracán ideológico. No. Ahora mismo hasta una exitosa comedia juvenil que marcó a toda una generación puede ser acusada de racista (Friends) o películas emblemáticas se relanzan con diversidad y perspectiva de género (Cazafantasmas, Oceans’ 8).
Los cambios en las características físicas de los personajes han existido desde siempre. Evidenciémoslo con obras que adoro. Para En bandeja de plata, el gran Billy Wilder se atrevió a convertir en hombre (Jack Lemmon) a la tempestuosa Hildy Johnson (Rosalind Rusell) de Luna nueva, el descacharrante original del maestro Howard Hawks. En el mundo de la pequeña pantalla, todo seriéfilo recuerda a Starbuck (una impresionante Katee Sackhoff) como lo mejorcito de la imprescindible Battlestar Galactica; en la serie original el personaje lo interpretaba Dirk Benedict. Es decir, si miramos aquí o allá encontramos siempre adaptaciones que se actualizan al ritmo de los tiempos. Y, si había un trabajo dramático sólido, los cambios de raza o sexo de los personajes con respecto a sus originales nunca suponían problema.
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Flames
Lindo artículo. Daría para mucho explicar el cómo y el por qué de muchas derivas en las ficciones televisivas. No sólo “la diversidad” juega un papel importante… apuntaría otros como la inmadurez o el gusto por el melodrama más infantil. De hecho, tras ver LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DÍAS me quedé con la impresión de que cada capítulo era un melodrama barato al que se le añadía una aventura de telón de fondo al principio y al final de cada capítulo.
Por decir algo original… recuerdo personajes femeninos que me han gustado en algunas series y que considero que son algo más que una transposición de un hombre rudo a una mujer… serían Shakira Greggs (THE WIRE), Camina Drummer y Bobbie Druper (ambas en THE EXPANSE). Se trata de personajes que me han emocionado…. y sólo después de escribir esto me doy cuenta de que creo son lesbianas, y no lo sentí como una pose o como algo forzado por el guión.