La semana pasada anduve por Valencia, en el congreso que organizaba la Facultad de Filología Inglesa y Alemana de la UV. El evento versaba sobre la representación de las desigualdades sociales y de género, y a mí me invitaron impartir una de las sesiones plenarias. Todo un honor. La verdad es que hubo ponencias muy interesantes y aprendí mucho de aproximaciones teóricas que distan de la mía.
Como suponéis quienes seguís el blog (sobre este tema escribí en su día esto a cuenta de la polémica de Friends y hace unos meses esta otra reflexión, por ejemplo), mi presentación proponía un acercamiento que difería del mayoritario en el congreso, muy anclado en la denominada “teoría cultural” y la “teoría crítica“. Yo, sin embargo, construí mi charla partiendo del cognitivismo (gentes como Plantinga o Carroll) y me apoyé tanto en la teoría del arte (Eagleton) como en la psicología de la ficción (Gotschall). Así mismo, como se puede apreciar en las diapositivas, intenté traer numerosos y variados ejemplos (provenientes genéricamente tanto de la izquierda como de la derecha) en los que se evidencia cómo la representación se ha erigido en uno de los entornos favoritos de la batalla identitaria.
Tras mi propuesta “universalista”, comenzó un animado diálogo en el auditorio con quienes mantenían una posición más “comunitarista”, que eran casi todos los presentes. Y eso es precisamente lo que más me apasiona de estos saraos: intercambiar pensamientos, enfrentarme a mis propias dudas, revisar razonamientos.
Como siempre, quien quiera tener una mejor idea de mi sesión puede consultar las diapositivas que empleé en mi perfil de academia.edu.
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