Habrá quien se espante, pero Dahmer lleva como número 1 de Netflix desde su estreno el 21 de septiembre… y sin trompetería de publicidad ni marketing. Es la tercera serie más vista de la historia de la plataforma, solo superada por Stranger Things y El juego del calamar. ¡Ahí es nada! Ante la potencia de este fenómeno, una opción legítima es refugiarse en praderas más verdes (que no son las de la muy fallida Los anillos de poder). La alternativa es enfrentarse a la incomodidad: por qué una producción que dramatiza —con sequedad y explicitud— las macabras hazañas de uno de los asesinos en serie más sanguinarios de la historia ha gozado de semejante acogida. La réplica fácil y errónea sería la de suponer que millones de espectadores son unos sádicos y que, en consecuencia, el mundo se va al guano. La respuesta complicada, por su parte, necesita de todos los grises que colorean el espinoso asunto de la ética de la representación.
En primer lugar, Dahmer entronca con una corriente actual que goza de estupenda salud: el true crime. Regresar a casos delictivos —ya sea desde el documental o la dramatización— para ampliar el ángulo o dudar de la versión establecida. Es decir, parte de la acogida de la serie nace de una tendencia artística que hoy día espolea relatos que cuestionan legal, moral y hasta narrativamente la naturaleza social del mal. Así, ver Dahmer es también sorprenderse con la facilidad con que un caso tan siniestro pudo escapársele a la policía durante más de una década. Ahí yace la intriga de este relato: en una narrativa no del qué, sino del cómo.
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Flames
He visto el primer capítulo. Me ha parecido bastante bueno. Pero estoy esperando un poco a ver los siguientes….. El hecho de que esta serie sea de las más vistas….. tiene un doble efecto sobre mí: por un lado pienso “algo tendrá”… pero por otro …. pienso “y si gusta tanto por ser infantil, como EL JUEGO DEL CALAMAR” …
Pero visto el primer capítulo y leído su artículo sobre DAHMER…. me decantaré por lo segundo. Aunque para eso…. ya podrían no haber cancelado MINDHUNTER.
AlbertoNahum
Pues creo que, en efecto, tiene muchos elementos que recuerdan a Mindhunter, no solo por el tema, sino también por el tono.