Ante la profusión de plataformas y la hemorragia de series, es lógico que el formato que Fargo contribuyó a popularizar palpite con fuerza en estos tiempos de sobrepeso catódico. La «serie antología» mezcla la clausura narrativa de la miniserie con las bondades de una continuidad dramática y aromática. Si el lector piensa en American Horror Story, The White Lotus, Condena o True Detective (otra que regresa en breve con una cuarta entrega), confirmará la vigencia de este modo de narrar. Un relato autónomo, que se prolonga durante varios episodios, pulsa el botón de reinicio cada año. Se mantiene el género, el equipo de guionistas, el sabor de la propuesta, pero aterrizan nuevos actores para encarnar una trama inédita y habitar unos conflictos remozados. Es lo que ocurre con Fargo, a la que hemos echado de menos.
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Flames
Vaya agradable sorpresa.
Y poder volver al blog, ya que el sistema no me dejaba comentar nada en el anterior post.
AlbertoNahum
Anda, ¿y eso?
Qué cosa más rara.
Flames
Me daba un error epic 404 y relacionado con las cookies… creo.
Y eso con cualquier navegador…… nada, cosas de la informática.