Frío. Hace tanto frío que Ana y Óscar no pueden más que arder. Quizá el frío sea la soledad. O una juventud —ya no tan tierna, para qué engañarnos— que busca obsesivamente en la noche una deflagración. Los días pasan y los años también mientras ellos hablan para no oírse y beben para no verse. En Madrid, en Berlín, en Lyon. Pero, ¿y si Ana y Óscar solo buscaran una noche de asilo para evitar sentir el alma en vilo? Por estas tonalidades poéticas —íntimas, cotidianas, lancinantes— transita Los años nuevos, la excelente miniserie de Movistar Plus que acaba de emitir sus diez episodios aspirando a convertirse en himno generacional.
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