De entre las novedades de este verano, me agarré la nueva comedia de FX: Wilfred. La premisa: un treintañero con tendencias suicidas (Elijah Wood) se hace amigo del perro de su vecina; pero se hace amigo de verdad, puesto que “ve” al canino como un hombre absurdamente disfrazado de perro. Wilfred se convierte, entonces, en una suerte de consejero personal para Ryan. Que no, que no es coña. De eso va la serie. Y sí: es tan rara y psicotrópica como parece, por eso hace una estupenda pareja de baile con Louie, de la que hablaré en profundidad la semana que viene.
Como saben, mis expectativas viajan con paracaídas cuando se trata de comedias de cable, siempre tan rarunas y provocativas, pero he de reconocer que me reí bastante durante el piloto. El acento de Gann y su mala baba generan situaciones lisérgicas, brutas, pero siempre divertidas. El contrapunto de Elijah Wood funciona, con su cara de perete y su pena en ristre (qué difícil lo va a tener este actor para “hacerse mayor”). El eslabón más débil es la vecina (Fiona Gubelman), que no resulta ni especialmente guapa ni graciosa.
Así que, de momento, Wilfred apunta potencial y un arma de doble filo: la originalidad surrealista de la premisa es el mayor atractivo de la serie. ¿Doble filo? Por un lado, ofrece un prisma refrescante para los cánones de la comedia; pero, por otro, está por ver qué pasará cuando se apague el efecto novedad y contemplar a un brutote vestido de perro ya no sea gracioso por sí mismo…
Uno tiene sus debilidades y el Apocalipsis está entre ellas. Me gustan las lecturas políticas del cine del fin del mundo, la conversión de lo cotidiano en épica y ese aroma de fragilidad y supervivencia. El paisaje después de la batalla puede ser también poético. Battlestar Galactica lo demostró mejor que nadie.
Con esa mochila, claro que iba predispuesto a enrolarme en la resistencia de Falling Skies. Admiro, además, el intento de TNT por consolidar una imagen de marca que la separe de USA Network y abra un foso con unas cadenas en abierto de las que cada vez resulta más indistinguible. El “We Know Drama” quiere dar un paso adelante con Spielberg y esta historia de invasiones alienígenas, heroísmo y una sociedad por reconstruir. Bien está.
Ahí es donde la serie de TNT sí supera el corte. El nivel de producción está bastante decente para una historia de estas características, que lo necesita. La reciente V, por ejemplo, hacía agua con esos horribles cromas (a cambio, tenían un sacerdote y un agente doble que ampliaban la resonancia moral de la trama). Aquí, por contra, los skitters y los mechs -me encantaría saber cómo los han traducido al español- parecen alienígenas y las escenas de acción están resueltas con garra. Pero la espectacularidad no puede soportar una historia, solo embellecerla. Para el drama hay que poner conflictos humanos más sangrantes sobre el tapete.
Le voy a dar 4 ó 5 capítulos más, para ver si las lecciones de Historia de Noah Wyle cogen fuerza. Además, el equipo creativo suena interesante y en la escritura anda rondando Graham Yost, el creador del relato mejor contado de la temporada: Justified. Este tipo se ha ganado su crédito… y mi fe.
Cortesías (Aprendiz de guionista y la adicción a The Shield)
satrian
Puesto que es ciencia ficción y como escribes anda por ahí Graham Yost me veré la primera temporada de Falling Skies, además porque se intuyen algunos enigmas en el futuro de la serie.A Wilfred tras el segundo capítulo sigo sin encontrarle la gracia a su humor escatológico y perruno, así que la dejo.
Jesús Baiget Pons
El piloto de Falling Skies no me gustó demasiado. Sin embargo en el segundo capítulo se crea una línea dramática interesante: qué valor tiene el ser humano cuando todo lo conseguido desaparece, cuando las instituciones que nos hacen partícipes de la sociedad ya no existen y cuando la decisión estriba entre morir o luchar caminando hacia el abismo.
martinyfelix
Tú lo has dicho, con Wilfred hay que ver varios porque es tan rara que genera curiosidad, pero luego habrá que ver si consigue enganchar al público. A mí el segundo me ha gustado más que el piloto, pero han hecho lo mismo, sólo que me ha hecho más gracia.
Brian Edward Hyde
Falling Skies me provoca pereza. Tuve que ver el doble piloto saltando clichés con el reproductor. Yo le daré un voto de confianza por Noah Wile, como buen mitómano que soy, por regalarme al doctor Carter en otra de las grandísimas series de la Historia.
hadrian117
Típica morralla moralista Spielberg…
Hyde
A mí Wilfred me está gustando mucho. Pero me intriga que mi mujer la odie (y eso es raro, porque coincidimos muchísimo) casi desde el minuto 1. Me encanta el acento british-aussi de Wilfred. De hecho, creo que es lo que me hace reír tanto.En cuanto a Falling Skies, ya sabes lo que pienso. Soy incapaz de sentir miedo con esa porquería de extraterrestres. Y si falla el diseño de producción…
Seriálicos Anónimos
Pues a mí Wilfred no me hizo gracia, tampoco me pareció especialmente original…no es la primera vez que se ve esta premisa en televisión…En fin, veré el segundo por rematarla, no creo que me enganche…Falling Skies no me despierta adicción pero, por ahora, me ha entretenido…veremos cómo evoluciona, aunque no soy nada fan de Spielberg y sus marcianitos, ¡horror de película La guerra de los mundos, vaya timo!S.A.