Contiene spoilers sobre la quinta temporada de Lost
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Ahora, casi por casualidad, he acabado poniéndome al día de esta quinta temporada. He vivido momentos sutiles y emocionantes -como el juego de miradas y reencuentros en “Namasté” (5.9)-, le he dado vueltas al coco con las divertidas reflexiones autorreferenciales de Hugo y Miles (“Whatever Happened, Happened”, 5.11) y he sentido la perversa y enigmática lucha de titanes entre Ben y Locke (5.12, el capítulo que más me ha gustado en lo que llevamos de temporada).
Considero que, tras el ajetreado inicio, a la serie le ha venido muy bien volver a establecer una referencia temporal clara: la isla en los años setenta. Espero que mantenga ese relato marco durante el resto de capítulos. Me empezaba a agotar con tanto salto en el tiempo; a veces, me daba la sensación de que no era más que un recurso fácil para escapar del peligro. Una suerte de deus ex machina gratuito y simplón.
Eso sí, lo que constata una vez más esta temporada es que Lost sigue siendo el mayor exponente de la “ansiedad narrativa” de la que ya hablé alguna otra vez. De forma lineal, el relato probablemente sería uno más del montón (¡vaaale, dos escalones por encima del montón!). Pero, al trocearlo y jugar astutamente con la focalización y la temporalidad, es cuando Perdidos logra fidelizar al espectador y hacer que se muerda las uñas por una pizca más de información. Prozac narrativo para calmar la ansiedad.
Conforme pasan los capítulos, por tanto, la serie sigue configurando un relato infernal, tramposo, que crea reglas nuevas a cada minuto. Cada vez le encuentro más similitudes con el famoso microrrelato de Cortázar (“Continuidad de los parques“), metáfora y solución ante la imposibilidad del relato. En Lost, como en Cortázar, resulta más importante el cómo se cuenta que el qué se cuenta. El viaje es en sí mismo el destino. Podrían seguir echando humo negro de todo a cien, dando vueltas a Dharma, haciendo desaparecer la isla y estirando las paradojas. Saben que nos tienen cogidos, son conscientes de que nuestra cabeza seguirá “leyendo la novela”. Quieren, malvados, que nos hagamos tantas preguntas como las que enumera Moltisanti.
Porque la clave radica en un meganarrador (utilizando la terminología genettiana) que juega con cartas marcadas, siempre va de mano y, además, es el dueño del garito. Pone las reglas y pone las trampas. Y si hay que resucitar a un personaje, lo hacemos ahora… y ya se nos ocurrirá más adelante un porqué. Y si conviene volver a la isla, pues regresamos y ya resolveremos el enigma… ¡O no! Ese es mi mayor temor: que dejen muchos cabos sueltos.
Pero, para entonces, dará igual: habremos disfrutado mucho del viaje… aunque nos parezcan una estafa las vistas del lugar de destino.
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P.D. El dueño del garito seguro que se apellida Linus.
satrian
Me parece inevitable que queden muchos cabos sueltos, una serie que es tan detallista, dan una gran cantidad de información en cada episodio, objetos, libros, pinturas, relaciones, muchos datos cruzados que no creo que tuvieran previstos desde un principio.Pero como expones yo siempre he sido partidario de disfrutar el viaje, si este ha sido placentero, el destino ya no importa tanto, aunque una buena guinda al final no viene mal.
Moltisanti
Genial entrada, me ha encantado. Lo que más me gusta del nuevo camino de la serie es que se ha hecho sin poder dar marcha atrás, pues los guiones estaban casi al completo cuando empezó a emitirse. Han sabido correr riesgos y como siempre han salido victoriosos, vamos como llevan haciendo toda la serie.El día que se puso fecha y final a Lost la serie es de verdad cuando demostró que es más que una adicción, es calidad y de la buena.
Peter Petrelli
Me ha gustado mucho la comparacion con Cortazar. No conocia el cuento pero es verdad que esa idea del relato imposible, lleno de paradojas y contradicciones tambien esta en Lost. Disfrutar del viaje y como dice Moltisanti creo que es clave que hayan puesto una fecha de fin del trayecto. Eso hace que queramos mas \”prozac narrativo\” (mu bueno eso!)
Nahum
SATRIAN: ¡es que me parece ta difícil que haya una buena guinda…! Se han metido en un terreno que, como todo vale, pueden salirnos con soluciones rocambolescas. MOLTISANTI: Como bien dices, poner fecha ha hecho muchísimo bien a la serie. Si sabes que solo quedan 30 capítulos más, la ansiedad narrativa se acrecienta. PETER: ¡Qué bueno volver a verte! Con lo rápido que se lee el cuento de Cortázar y lo poco que se conoce…
satrian
A mi tambien se me hace dificil creerme que lograrán un buen final, pero reitero que el camino me está encantando ya no me importa tanto el final, mientras ya me entretengo elucubrando teorías.
Gema
Un mal final va a acabar por dejarnos a todos con un sabor agridulce en el momento. Lo importante es que logren algo que sea coherente con el espíritu de la serie y nos dejen un producto digno para su revisión.Ahora, que sea como sea estoy disfrutando como una enana!
Sunne
Creo que es la mejor serie y la recordaremos por años, le diremos a nuestros hijos \”yo estuve allí\”
MFAL
El gran temor que todos tenemos es que no den la talla para el final, tengo la triste sensación de que desilusionará a unos cuantos… Aún queda mucho por contar, pero es fundamental que respondan a los interrogantes abiertos, de lo contrario todo será un engaño…Qué contaremos de aquí a un año y…?
seriéfilo
pero tenemos que preguntarnos a nosotros mismo que despues del desorbitado interes por esta serie el final va a ser decepcionante para muchos, es inevitable por que las expectativas están altísimas. A mi hay muchas cosas que no me gustan, pero muchisimas mas que si, entonces estoy expectante, pero con los sci fi que se esta volviendo yo espero cualquier cosa.
Eldemo
Yo siempre he vendido esta serie como que lo importante no es lo que cuentan, sino cómo lo hacen, ahí radica la magia de esta serie, y esta temporada nos lo está demostrando con creces :)Fantástica entrada!