No es exclusivo de las series, por supuesto, pero sí constituye una veta en la ficción televisiva contemporánea: relatos que aún mantienen su armazón formal ilusionista y respetan los códigos (narrativos, espaciales y temporales) de verosimilitud e identificación, pero que se cuestionan implícitamente las fronteras al contraponer un mundo de fantasía al de la “realidad” diegética: personajes que, sin apelar directamente al espectador, pasan de un nivel de la ficción a otro o tramas que confunden sus niveles ontológicos. Esos mundos que se cruzan pueden ser de la pantalla a la realidad, de la realidad al sueño, de un mundo virtual a uno real (Matrix sería el paradigma). En este caso, los personajes no son conscientes de su condición ficticia, pero sí son capaces de diferenciar los dos lados del espejo y, en algunos casos, de traspasarlos a conciencia.
Ese desfase entre dos mundos constituye la premisa de la ya concluida Eli Stone y provoca muchos de sus momentos cómicos. El protagonista sufre unas divertidas alucinaciones que se ven repentinamente “sorprendidas” –dejándole en un embarazoso ridículo– en el mundo real. Aquí , por ejemplo, con esta movidita versión de Freedom:
De hecho, la primera temporada de Eli Stone concluye resolviendo esa lucha: “No sé cómo volver [al mundo “real” diegético]”, se queja Eli a George Michael, leitmotiv de sus desvaríos. “Seguro que sí. Siempre lo has sabido”, le responde el cantante (1.13.).
Aunque la popularidad de este mecanismo se deba a Ally McBeal, en la televisión de esta década fue empleado profusamente por Six Feet Under, donde la domesticación de la muerte hacía que los Fisher hablaran con los cadáveres de la funeraria y se sucedieran momentos -muchos hilarantes e inolvidables- que superponían imaginación y realidad:
Como escribe Paul Lavery, solo Twin Peaks, Los Soprano y Buffy Cazavampiros son dignos rivales oníricos para la serie de Allan Ball. Pero hay más: se pueden anotar estas mezclas de mundos en las constantes alucinaciones de (el pesadito de) Gaius Baltar o la mística Laura Roslin en Battlestar Galactica, en las angustiosas pesadillas de Sam en el penúltimo capítulo de Supernatural, en los glamourosos sueños de Blair Waldorff emulando a la Audrey Hepburn de Desayuno con diamantes (Gossip Girl, 1.4 y 1.14) o, por citar un último ejemplo, en las misteriosas visiones cruzadas del Padre Justin y Ben Hawkins en la inquietante Carnivàle:
De entre todas, quizá mi secuencia onírica favorita es aquella -tan simbólica- en la que Tony Soprano tiene que decidir si “irse” o “quedarse”, en un capítulo extraño y memorable titulado “Mayham” (6.3):
Buena entrada.Las alucinaciones de 'Ally McBeal' son memorables, y las de 'Battlestar Galactica'- aunque las llamaría más bien visiones- son imprescindibles para el desarrollo de la trama.Jaja, tengo que evitar ver el vídeo de Tony Soprano, que estoy empezando ahora con la serie.
En esto de las alucinaciones/fantasías tengo una favorita indudable. Scrubs. Básicamente las fantasías del doctor Dorian representaban lo mejor de cada episdodio.
Muy interesante post, Alberto. Yo me quedo con los momentos de sueño de Tony Soprano. El del pez que habla en la segunda temporada también esta muy bien, ¿lo recuerdas? Pero el que pones es clave en la evolución del gran Tony Soprano. A partir de ahí todo se enloquece aun masl.
Esas "alucinaciones" de A2MBT aportaban mucho a como se sentía el personaje. En Elly Stone algunas estaban de más y quizá recordaban demasiado a Ally McBeal (por lo de pasar en un bufette de abogados, aunque no viniesen por lo mismo).También quería señalar a Scrubs que hace mucho uso de ellas. Siempre que no se abuse y se apoderen de la serie están bien, pero hay que controlarse, como con todo.¡Saludos!
Lo bueno del caso es que va a ser justo Caprica, la precuela de BSG, la que va a explorar esas dicotomías entre realidad y fantasía aplicadas a la realidad virtual. Ya lo hacía el piloto frustrado de Virtuality.
Los momentos de Ally McBeal cuando ve al bebé bailando o simplemente esos gags en plan ahora me empequeñezco o se me estira la lengua, son grandes.En Six Feet Under, esas escenas dan buena cuenta de hasta que punto la muerte es una protagonista más de la serie. En la segunda temporada, me acuerdo de esa tertulia a la que asistía Nate entre Nathaniel Senior, la muerte y la vida (que tomaba forma de señora caribeña, si mal no recuerdo).Ya he aprendido a reirme de las idas de olla de Baltar y Six jeje!
El elemento diferenciador del "momento tony soprano" respecto a los otros que comentais es que,además de ser genial,es absolutamente inesperado.¡¡¡Zasca!!!.Con la serie tan avanzada y con una estructura solida y consolidada se atreven con "eso".Histórico.Durante un rato Los Soprano dejan de ser Los Soprano,o mejor aun,Los Soprano meet David Lynch.Creo que por eso nos impactó tanto,por la sorpresa.Al no volverse a repetir creo que adquiere mucha más importancia,no solo en el momento de verlo,sino cuando miras la serie en perspectiva.Pero yo prefiero los viajes del agente Cooper,esas cortinas rojas…dios mio.Gran articulo el tuyo.
PUes no sé, pero ahora mismo lo que se me viene primero a la cabeza sobre momentos (aunque más literalmente) oníricos son los de Alisson Dubois en Medium. Es otro tipo que también cuenta, no hay confusión de los personajes entre realidad y lo que no lo es (aunque luego tiene que ver). Son sueños muchas veces terroríficos, es una serie de terror, no es la alegría de la huerta pero a mí me parece que tiene grandes cosas (y yo la he visto desde el principio ya hace unos años). También en películas ultimamente está Coraline (buena película sin discusión) y hace unos años El laberinto del Fauno. Esas fantasias no son sólo eso.
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Kratos
Genial post, sin duda esos momentos de six feet under eran magníficos, y el que señalas de The sopranos quizás sea también mi preferido.
Deyre
Buena entrada.Las alucinaciones de 'Ally McBeal' son memorables, y las de 'Battlestar Galactica'- aunque las llamaría más bien visiones- son imprescindibles para el desarrollo de la trama.Jaja, tengo que evitar ver el vídeo de Tony Soprano, que estoy empezando ahora con la serie.
satrian
Siempre me han gustado las fantasías para relatar con más viveza los sentimientos o experiencias de los personajes, pero usadas con moderación.
seriéfilo
!que valioso me ha resultado este post! Yo me quedo con las alucinaciones de ally mcbeal, sin lugar a dudas surrealistas y divertidas.
Alex
En esto de las alucinaciones/fantasías tengo una favorita indudable. Scrubs. Básicamente las fantasías del doctor Dorian representaban lo mejor de cada episdodio.
Peter Petrelli
Muy interesante post, Alberto. Yo me quedo con los momentos de sueño de Tony Soprano. El del pez que habla en la segunda temporada también esta muy bien, ¿lo recuerdas? Pero el que pones es clave en la evolución del gran Tony Soprano. A partir de ahí todo se enloquece aun masl.
OsKar108
Esas "alucinaciones" de A2MBT aportaban mucho a como se sentía el personaje. En Elly Stone algunas estaban de más y quizá recordaban demasiado a Ally McBeal (por lo de pasar en un bufette de abogados, aunque no viniesen por lo mismo).También quería señalar a Scrubs que hace mucho uso de ellas. Siempre que no se abuse y se apoderen de la serie están bien, pero hay que controlarse, como con todo.¡Saludos!
MacGuffin
Lo bueno del caso es que va a ser justo Caprica, la precuela de BSG, la que va a explorar esas dicotomías entre realidad y fantasía aplicadas a la realidad virtual. Ya lo hacía el piloto frustrado de Virtuality.
Jaina
Los momentos de Ally McBeal cuando ve al bebé bailando o simplemente esos gags en plan ahora me empequeñezco o se me estira la lengua, son grandes.En Six Feet Under, esas escenas dan buena cuenta de hasta que punto la muerte es una protagonista más de la serie. En la segunda temporada, me acuerdo de esa tertulia a la que asistía Nate entre Nathaniel Senior, la muerte y la vida (que tomaba forma de señora caribeña, si mal no recuerdo).Ya he aprendido a reirme de las idas de olla de Baltar y Six jeje!
juan
El elemento diferenciador del "momento tony soprano" respecto a los otros que comentais es que,además de ser genial,es absolutamente inesperado.¡¡¡Zasca!!!.Con la serie tan avanzada y con una estructura solida y consolidada se atreven con "eso".Histórico.Durante un rato Los Soprano dejan de ser Los Soprano,o mejor aun,Los Soprano meet David Lynch.Creo que por eso nos impactó tanto,por la sorpresa.Al no volverse a repetir creo que adquiere mucha más importancia,no solo en el momento de verlo,sino cuando miras la serie en perspectiva.Pero yo prefiero los viajes del agente Cooper,esas cortinas rojas…dios mio.Gran articulo el tuyo.
jantérez
PUes no sé, pero ahora mismo lo que se me viene primero a la cabeza sobre momentos (aunque más literalmente) oníricos son los de Alisson Dubois en Medium. Es otro tipo que también cuenta, no hay confusión de los personajes entre realidad y lo que no lo es (aunque luego tiene que ver). Son sueños muchas veces terroríficos, es una serie de terror, no es la alegría de la huerta pero a mí me parece que tiene grandes cosas (y yo la he visto desde el principio ya hace unos años). También en películas ultimamente está Coraline (buena película sin discusión) y hace unos años El laberinto del Fauno. Esas fantasias no son sólo eso.
Anonymous
¿Lo de Los Soprano es tan inesperado como el final onírico de Belle de Jour de Luis Buñuel?. Esto sería un buen ejemplo de algo de este tipo. Jantérez