Como este blog es, básicamente, un hobby, veo más series de las que me da tiempo a comentar. Por eso aún no he escrito en largo sobre The Thick of It, la muy ácida comedia política de Armando Ianucci. Me habría venido bien para enhebrar mi crítica explicando por qué Twenty Twelve apenas aporta algo novedoso. El párrafo de urgencia que escribí tras su primer capítulo sigue vigente. Pero Twenty Twelve no ha dado un salto de calidad.
El antiheroísmo del protagonista (un excelente Hugh Bonneville) se va multiplicando y acaba causando ternura su patética forma de mantener la calma cuando todo el mundo -incluso él- sabe que el barco se hunde. Además, la BBC se ríe de sí misma a través de varios personajes en el último capítulo y hay un simpático cameo del mismísimo Sebastian Coe, célebre atleta y actual jefe de la organización de las Olimpiadas. ¿Qué más se puede destacar? Una secundaria realmente lograda: Shioban Sharpe (Jessica Hynes), esa responsable de Relaciones Públicas que mezcla el esnobismo con la estupidez, valga la redundancia burocrática.
En general, la clave de que Twenty Twelve funcione le viene de diseño: el equipo de técnicos que está desarrollando todo el montaje de “Londres 2012” resulta bastante inepto y las ideas de bombero incendian el día a día. Si a eso le sumas la voz distanciada, dulce, del narrador David Tennant, el postre está listo para servir. Pero todo queda algo insípido, déjà vu. Salvo el divertidísimo desbarajuste que se monta en el segundo capítulo con la delegación brasileña (el mejor episodio de la temporada, sin duda), el resto de la serie apenas arranca carcajadas. Se desliza más por el campo de la “sátira amable“, de la sonrisa, cuando un sarao tan gigantesco como los Juegos Olímipicos -unido a la mala leche británica- daban para ser mucho más destroyer. Vean la boda de Guillermo y Catalina…
Así que Twenty Twelve se ve con gusto, es cortita y hasta tiene sus momentos emotivos con la ultraeficiente Sally. Pero, como decía, el problema radica en que, con una estructura y un tema similar, The Thick of It ya había estado aquí antes. Arrasando con todo.
Conclusión: el humor es muy, muy difícil. El humor inteligente, una tarea casi titánica. Vistas mis desavenencias con las comedias de cable (y con determinadas bromas hispanas), ni siquiera tengo ya claro que el propósito del humor sea hacer reír o contemplar la vida en panorámica, como decía Chaplin.
Sobre todo esto reflexionan cuatro maestros de la comedia contemporánea en el especial Talking Funny, de la HBO. Tres de ellos (Ricky Gervais, Louis C.K. y Chris Rock) aparecían en esta imprescindible lista de Christian Campos; el cuarto, Jerry Seinfeld, es conocido por todos y, aunque exhiba un humor más blanco, es una figura esencial en el género.
De manera informal, con algunas puyitas personales de atrezzo, los cuatro despliegan un diálogo distendido, casual, sin presentador. Una charla de amigos genuina. Desvelan trucos y momentos clave de sus trayectorias, diseccionan los límites del humor (muy interesante, por ejemplo, la referencia a Ricky Martin), polemizan sobre cuestiones de estilo (por qué Seinfeld no usa ni lenguaje soez ni blasfemias), ahondan en sus dificultades y miedos ante el escenario e, incluso, tocan de refilón la labor del cómico en la sociedad.
Cincuenta minutos de conversación lúcida -meditada- y de risas contagiosas. Ojo, aunque tiene sus picos, que nadie espere algo desternillante ni muy ingenioso. Talking Funny ofrece, simplemente, a cuatro profesionales conversando sobre su oficio, reflexionando sobre su labor. Es el trecho necesario que va de la teoría a la (buena) práctica; de la risa a la risa inteligente.
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Cortesías (¡Vaya Tele! y The Ricky Gervais Show)
martinyfelix
Pues nada, ya te comenté que esperaría a ver que contabas de Twenty Twelve, pero visto lo visto, creo que voy a pasar. La que si quiero ver pronto es The Thick of It.
LeN!N
Que tal Alberto, soy un alumno de Licenciatura en Audiovisión de Argentina, que esta haciendo una investigación sobre autorreferencialidad narrativa en las publicidades y la razón de la utilización de esos recursos. Me gustaría saber alguna forma de contactarte, ya que en parte de nuestro marco tenemos teórico tenemos textos tuyos y creo que tus conocimientos nos pueden guiar un poco.Saludos y excelente blog!
Moltisanti
Aunque sea sólo por ver a Gervais, Seinfeld y David juntos en una habitación (Rock nunca me llamó excesivamente la atención), seguro que Talking Funny merece la pena.
Moltisanti
Tengo tantas fanas de que Curb regrese, que he cambiado a Louis C.K. por Larry David. Fallo técnico.
J. feat. J.
'Talking Funny' tiene muy buena pinta. Ricky Gervais es de lo mejor que le ha pasado a la comedia últimamente.Un saludo!