
Agosto y septiembre han sido de órdago en el trabajo. No recuerdo currar tan intensamente desde el último año de tesis doctoral, hasta sábados y domingos. Menos mal que mi mujer es una máquina y mis pequeños cabroncetes (5, 3 y 2) cada vez más razonables. En febrero veremos si el esfuerzo ha obtenido toda la… Leer más »