Con esa mezcla de sencillez y sabiduría antigua, Harper Lee escribió en Matar a un ruiseñor que «la rectitud de un tribunal llega únicamente hasta donde llega la rectitud de su jurado, y la rectitud de un jurado llega solo hasta donde llega la de los hombres que lo componen». Ahí asoman, esplendorosas, la responsabilidad… Leer más »