Enero me cuesta. Entre las montañas de trabajo que generan 330 alumnos, el frío invernal de Pamplona y lo de dormir poco con el segundo khal (pesó 4,300 el ternerico), reconozco que si hay un mes que odio ahora mismo es enero. Pero para quejarse ya están otros. Los seriéfilos tenemos el bálsamo de las… Leer más »